‘Martincito AV’, como se le conoce en la comunidad, natural de Ayamonte aunque residente en la actualidad en la ciudad gallega de Lugo, forma parte del grupo de ingenieros españoles que hace apenas dos semanas creó su propia criptomoneda, a la que han dado el nombre de Covidfree Token, la cual comenzaron a intercambiar por otras criptodivisas.
Con la intención de recaudar dinero para ayudar a la lucha contra la Covid-19 en los países más desfavorecidos, decidieron que con cada compra y venta de su moneda, destinarían un 3% de esas transacciones a ayudarlos. En apenas dos semanas han logrado hacer su primera donación, un envío de 3.000 dólares a Oxfam India, con los que la ONG comprará bombonas de oxígeno y el material necesario para ayudar a 50 niños que están sufriendo la embestida del virus.
“Queremos llegar a donar un millón de euros”, aseguran, aunque “haber conseguido ayudar a 50 niños ya es recompensa suficiente para los meses de trabajo previos y las jornadas de 20 horas que llevamos haciendo desde que nuestra moneda salió a la venta”.
Una criptomoneda basa su valor en la demanda de la misma, por lo que el equipo se coordina para hacer llegar dichos valores al mayor número de personas posibles, y conseguir así inversiones que permitan transformarse después en donaciones: “estamos enfocados en donar en la India, ya que las ONG como Oxfam nos trasladan que es un momento crítico en el país. Este es nuestro primer objetivo, después comenzaremos a desarrollar nuevos métodos de donación y a enfocarnos en proyectos concretos a los que podamos dar el empujón que necesitan, bien sea como ahora, con donaciones, o bien con apoyo a la investigación, por ejemplo, becando a científicos para que puedan desarrollar su trabajo”, explican.
En la actualidad esta criptomoneda cuenta ya con 500 inversores y tiene un valor de mercado aproximado de unos 250.000 dólares. Los primeros han sido españoles, pero la comunidad internacional de inversiones en criptomonedas “es enorme y el conocimiento de este proyecto español está comenzando a crecer exponencialmente”.
Con edades comprendidas entre los 34 y los 45 años, este grupo de inversores que decidieron dar el paso y crear su propia moneda lo tiene claro: “nosotros somos profesionales con nuestra vida ya hecha, con nuestros trabajos. Somos amigos que llevamos años invirtiendo y cambiando monedas, al final nos decidimos y creamos la nuestra propia y, sinceramente, ha merecido la pena”, explican.
Sus planes de futuro pasan “por desarrollar lo que hemos decidido llamar Cryptocharity, que no es más que buscar nuevas formas para que el mundo cripto, que es imparable, ayude a la sociedad”. Y ya están en ello: “Tras esta donación hemos decidido que por cada nuevo inversor que adquiera al menos un dólar en nuestra moneda, nosotros donaremos un dólar para la lucha contra el Covid-19”.
En el momento de escribir estas líneas el valor de un Covidfree Token (Cofree) es de 0.00000000404 dólares, por lo que por un dólar, el inversor se convertirá en millonario, eso sí, en Cofrees.
Desde el equipo recuerdan que las inversiones en criptomonedas son muy arriesgadas, y que muchas de las que se crean se hacen con el objetivo de, directamente, “robar el dinero de la gente”, por eso ellos, que no dan “recomendaciones financieras”, sí se atreven a garantizar la “honestidad” del proyecto: “este no es más que otro proyecto en nuestras vidas, lo hemos hecho igual, con mucho esfuerzo y sin engañar a nadie, siendo honestos, personas normales con las que tomarse un café y disfrutar”.
El grupo está formado por una decena de personas: tres ingenieros, un asesor fiscal, un economista, un técnico en marketing, un experto en marketing internacional, dos diseñadores webs, un programador y una psicóloga.