La Justicia paraliza el desahucio de la familia de Cangreburguer ordenado por el Ayuntamiento de Aljaraque

HuelvaCosta ha sido este miércoles testigo del momento en que dicha familia aljaraqueña recibe por parte de su abogado la buena noticia de la decisión de un juez de paralizar de forma cautelar el desalojo, que estaba previsto para las once de la mañana

El desalojo notificado el pasado domingo por el Ayuntamiento de Aljaraque a la familia que regenta la hamburguesería Cangreburguer, el cual estaba previsto para las once de la mañana de este miércoles, al final no se ha producido tras la decisión de un juez de paralizarlo de forma cautelar.

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HuelvaCosta ha sido este miércoles testigo del momento en que dicha familia aljaraqueña recibe por parte de su abogado la buena noticia de la decisión de un juez de paralizar de forma cautelar el desalojo, que estaba previsto para las once de la mañana.

Los afectados, así como numerosos familiares, amigos y vecinos de Aljaraque, llevan ya varios meses pidiendo al alcalde de dicha localidad, David Toscano (PP), que “suspenda” el deshaucio que pesa sobre la familia que regenta la hamburguesería Cangreburguer, la cual se encuentra instalada en un local de propiedad municipal (quiosco) ubicado en la Calle Santander del núcleo urbano aljaraqueño.

El desalojo estaba previsto para este miércoles, después de que el Ayuntamiento decidiese dejar de conceder la cesión de este kiosco a su actual ocupante, Bella Díaz Flores, que llevaba más de diez años al frente de este pequeño negocio y que supone su único medio de vida.

En el pleno del pasado viernes los concejales del PP, encabezados por el alcalde, los de Ciudadanos, con su senadora María Ponce al frente, y el exconcejal de Vox, votaron a favor de echar a esta familia de dicho kiosco, tras completarse un nuevo proceso de cesión de cinco kioscos municipales, en el que la familia afectada no va a poder asumir el incremento del coste de la nueva concesión del mismo.

Y es que, en el proceso de nueva concesión prácticamente solo se han tenido en cuenta criterios económicos (con un valor del 70% del total), así como no se han incluido otras valoraciones de carácter social que habrían servido para que esta familia pueda mantener su hamburguesería abierta.