La Guardia Civil investiga el asalto del que ha sido objeto una conocida cafetería-heladería de Cartaya, donde los ladrones dejaron restos de sangre en el suelo, presumiblemente tras cortarse con alguno de los cuchillos que usaron para intentar abrir una máquina expendedora de bolas infantiles.
Así lo ha relatado a esta redacción Selena Vázquez, propietaria de dicho establecimiento hostelero situado en la barriada de La Pila de dicha localidad costera, quien ha precisado que el asalto se produjo sobre las dos de la madrugada del domingo al lunes, según el testimonio de una vecina de la planta superior que «escuchó ruidos aproximadamente a esa hora».
La empresaria hostelera también ha explicado que fue una empleada la que se percató de los hechos a las siete de la mañana de ayer lunes, cuando fue a abrir el establecimiento, «dándose un gran susto cuando al entrar vio la persiana metálica de un ventanal forzada, así como distintos objetos y maquinaria del bar tirados por el suelo, pero sobre todo varios cuchillos y sangre».
Igualmente ha relatado que el autor o autores de los hechos sustrajeron el cajón portamonedas de la caja registradora, que según sus palabras «contenía el dinero del cambio tanto en monedas como en billetes»; así como el dinero del bote y el que había en el cajón de la máquina de bolas infantiles, la cual destrozaron; y un jamón «que incluso ya estaba empezado».
Según ha concluido la propietaria, que interpuso una denuncia ayer en el cuartel de la Guardia Civil de Cartaya por tales hechos, agentes de la Científica del Instituto Armado se personaron a primera hora de la mañana de ayer lunes en el establecimiento, donde recogieron muestras de la sangre y de huellas, con el objeto de intentar esclarecer la autoría del asalto.