La Asociación de Padres de Niños y Adultos con Discapacidad de Lepe –Aspandle– ha hecho un llamamiento desesperado ante la «delicada» situación económica que atraviesa la entidad, lo que está «poniendo en riesgo la continuidad de algunos de los servicios» que ofrece en su centro, donde atiende a unos 180 usuarios, y donde trabajan en estos momentos ocho profesionales, los cuales llevan ya cinco meses sin cobrar.
Así lo han indicado a HuelvaCosta algunas de sus responsables, como la psicopedagoga Mª Ángeles Galey y la maestra de Educación Especial Eva María Fernández, quienes han precisado que la situación es «difícil» y «casi insostenible», entre otras cosas porque desde el inicio de la pandemia «hemos ido tirando como hemos podido, y con lo que hemos tenido», pero al no haber podido organizar durante los dos últimos años la gran mayoría de eventos benéficos de los que habitualmente obtienen los ingresos con los que financian algunas de las actividades terapéuticas, la entidad «tiene ya una importante mella económica».
A ello se une el retraso que está sufriendo la llegada de algunas de las ayudas públicas con las que también financian parte de sus actividades, como el caso de las becas que concede la Consejería de Educación de la Junta a las familias que no pueden hacer frente al pago de los talleres destinados a mayores discapacitados, muchos de los cuales no están pudiendo acudir actualmente a dicho servicio».
Por todo ello, Aspandle ha decidido emprender otro tipo de campañas solidarias, en las que pide a los vecinos que colaboren «para poder seguir adelante con todos nuestros servicios». Así, ante la imposibilidad de poder organizar su gala anual benéfica para presentar el calendario solidario, o sus habituales verbenas y participaciones en ferias y mercadillos donde vender las manualidades que elaboran sus usuarios, la entidad hace un llamamiento a la colaboración ciudadana adquiriendo dicho calendario, participando en sus rifas y sorteos, realizando aportaciones voluntarias, o simplemente asociándose, para «poder tomar un poco de impulso que nos ayude a continuar con las actividades que llevamos ofreciendo desde hace más de 30 años».
Aspandle nació en el año 1990 en Lepe y es una asociación especializada en la atención de todo tipo de discapacidades, ofreciendo en la actualidad Servicio de Atención Temprana para menores discapacitados de cero a seis años de edad; Servicio de Reeducación Pedagógica del Lenguaje, y atención mediante talleres a mayores discapacitados que ya no tienen cabida en el sistema educativo.
Normalmente trabajan en la entidad unos 10 profesionales, pero sus actuales problemas económicos la han llevado a recortar dos puestos, por lo que en estos momentos son ocho las personas que trabajan en Aspandle, las cuales llevan ya cinco meses sin cobrar. Una situación que, según Galey y Fernández, «nos está poniendo en una situación personal muy crítica, en la que algunos están tirando de la ayuda de familiares.
Según inciden, esta situación «está poniendo en riesgo la continuidad de parte de nuestros servicios» ya que «hasta ahora hemos podido aguantar, pero llevar ya cinco meses sin cobrar es insostenible». Pese a todo ello, concluyen, «intentamos ofrecer día a día a nuestros usuarios el mejor servicio de calidad que hemos dado durante las tres últimas décadas».