Madres y padres del Centro de Educación Infantil y Primaria Oria Castañeda de Lepe han mostrado su indignación porque sus hijas e hijos tengan que atravesar un “auténtico lodazal” para acceder a dicho centro por una de sus puertas de acceso los días después de haber llovido.
Se trata de una cancela que llevaba años solicitada por el centro y cuya apertura coincidió con la pandemia de coronavirus, otorgando licencia para ello el Consistorio lepero sin haber sido urbanizada la explanada en cuestión, según fuentes del propio centro. Actualmente se mantiene abierta, y solo se clausura los días que llueve.
No obstante, cuando es habilitado de nuevo el acceso tras las precipitaciones, el descampado que precede a la entrada en cuestión -que no está urbanizado- queda hecho un “auténtico lodazal con charcos, que los menores tienen que ir sorteando”, según han señalado a esta redacción las madres y padres de alumnos del centro consultados.
A ello se une, añaden, la gran cantidad de excrementos de perros que habitualmente hay en dicha explanada, la cual usan a diario numerosos propietarios de mascotas para que éstas hagan sus necesidades, sin que dichas cacas sean posteriormente retiradas o limpiadas.
Las madres y padres consultados exigen al Ayuntamiento de Lepe que urbanice dicho descampado como solución, a lo que añaden que éste, en respuesta a consultas de algunos progenitores, remite el problema a la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía.
Según una de las madres, estas pésimas condiciones las están padeciendo las niñas y niños de Preescolar y de primer ciclo de Infantil del Oria Castañeda, y mientras tanto “ni el Ayuntamiento de Lepe ni la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía, han tomado las riendas para solucionar este gran problema”. “¿Sería de una vez posible que alguien tome la competencia de esto y lo solucione?, se pregunta esta misma madre, que finaliza señalando que “las madres y padres estamos ya desesperados por esta situación que se repite demasiadas veces”.
Por último, señalan que, en un intento de solucionar el problema el Consistorio lepero “echó piedras y grava en parte del descampado”, lo que a su juicio no ha hecho más que “empeorar la situación”.
Si la situación no cambia, las madres y padres consultados no descartan emprender acciones como una recogida de firmas en el municipio.