La Hermandad de Nuestra Señora de Consolación de Cartaya sigue estos días celebrando los cultos de este año, que comenzaron el pasado domingo y que se han intensificado este fin de semana con el comienzo de la novena, para prolongarse hasta el domingo día 13 de este mismo mes.
La novena se oficia entre el 4 y el 12 de septiembre, a las 20:00 horas, celebrándose este año de manera extraordinaria en la ermita y con carácter de rogativa por el fin de la pandemia de la Covid-19.
Destaca en estos cultos que durante la eucaristía de la novena de este domingo, día 6, será ofrecido a la Virgen el fajín de Capitán General de José Buigues Gómez.
José Buigues Gómez, cartayero de nacimiento, falleció en 2012 y, cumpliendo su voluntad, su fajín de Capitán General ha sido ofrecido por sus familiares a Nuestra Señora de Consolación.
Hombre sencillo y profundamente religioso, llevó consigo su devoción a la Virgen allá donde sus destinos profesionales le condujeron: África, Francia, EE.UU. y Jordania. Más tarde en Madrid, como profesor de la Escuela de Estado Mayor durante 25 años y como General Jefe de la Brigada Acorazada nº 11. Después ocupó destinos en Lleida y Huesca, como director de sus academias militares, y como Gobernador Militar de la Plaza de Jaca. Nuevamente en Madrid como director de Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), y finalmente, ascendiendo a Teniente General, le fue otorgado el mando de Capitán General de la 8ª Región Militar, la más alta responsabilidad a la que puede aspirar un militar de carrera.
Pero en su dilatada vida profesional nunca faltó tiempo para volver cada año a Cartaya a visitar a su familia y a revivir sus más felices recuerdos de infancia. Enseñaba a su mujer y sus hijos sus rincones: la Ribera, el río Piedras, el Caño de la Culata, la barra de El Rompido, paseaba por sus calles hasta la plaza, pero sobre todo, nunca faltaba a su visita a la ermita de Consolación, donde rezaba con su familia ante la Virgen, siempre viéndose en sus ojos claros el brillo de una sentida emoción.
Es por ello que, en palabras de sus hijos «cumpliendo su deseo y voluntad, ofrecen con toda humildad su banda de Capitán General, que tan honrosa y ejemplarmente portó en su vida, a Nuestra Señora de Consolación, patrona y faro de su corazón, para que Ella, en su infinita bondad, la luzca como Madre, como Reina y, por amor de su hijo José, como Capitana Generala de los Cielos».
