El Juzgado de lo Penal número 4 de Huelva ha condenado a un varón a cuatro años y dos meses de prisión por un robo con violencia cometido en Cartaya el día 17 de octubre de 2019, cuando dicha persona siguió al vehículo de la víctima, un hombre de 68 años, hasta adelantarlo a la altura del camino denominado ‘El Pinillo’, donde después de unos metros se detuvo, se bajó del mismo y le pidió que detuviera el suyo con el pretexto de preguntarle por el acceso de la autovía hacia Portugal.
Según la sentencia, cuyo contenido ha adelantado esta semana el diario Huelva Información, fue entonces cuando el condenado atacó a la víctima, a la que propinó varios puñetazos en la cara, sacó del vehículo y tiró hacia unas vallas cercanas a la autovía, junto a las que continuó golpeándole hasta que le arrebató la cartera que llevaba en el bolsillo trasero del pantalón, la cual solo contenía 40 euros y la documentación personal del agredido.
Posteriormente el asaltante huyó del lugar de los hechos, no sin antes atemorizar al agredido, al que espetó que “si hubiera tenido la pistola, le hubiera pegado dos tiros”.
Como consecuencia de los golpes, la víctima del asalto sufrió heridas de distinta consideración, entre ellas la rotura del maxilar y la nariz, por lo que su agresor también ha sido condenado a indemnizarle con 3.457 euros.
OTROS CINCO ASALTOS EN LA MISMA SEMANA
En total, según prosigue dicho periódico, el autor de estos hechos ha sido condenado a 12 años, siete meses y un día, por cometer seis asaltos y robos entre el 12 y el 19 de octubre de 2019 en 5 municipios onubenses: Villanueva de los Castillejos, Aljaraque, Gibraleón, Isla Cristina y dos en Cartaya.
El primero tuvo lugar en Villanueva de los Castillejos el 12 de octubre, cuando entró a una vivienda al grito de “agua, agua, que se me quema el coche”. En el interior de dicho domicilio estaba su propietario, que había dejado sobre la mesa 800 euros. Ambos salieron del inmueble y en el breve tiempo en que el dueño de la casa llenaba una botella de agua, el acusado volvió a entrar, apoderándose del dinero para posteriormente emprender la huida.
Dos días después, el 14, el condenado acudió a un comercio de piensos de Aljaraque preguntando a la propietaria por unos productos que quería comprar. Mientras ésta accedió a la trastienda para comprobar dichos productos, se apoderó de un monedero que ella guardaba en el interior de su bolso, llevándoselo con documentación y 100 euros.
Al día siguiente, 15 de octubre, acudió a un cocedero de mariscos del polígono La Barca de Cartaya, donde aprovechando un breve momento en que su propietario se ausentó se hizo con los 120 euros que contenía la caja registradora. No obstante, antes de huir en un vehículo, el dueño del negocio intentó retenerlo sin lograrlo, aunque sí pudo facilitar los datos del vehículo a la Guardia Civil, lo que ayudó a resolver el caso.
El día 17 de octubre los hechos los cometió en Gibraleón, donde entró en una tienda de la calle San Quintín para comprar una botella de agua. En un descuido del propietario abrió la caja registradora y se apoderó de 500 euros que había en su interior, los cuales finalmente no pudo llevarse al caérseles en un forcejeo con la víctima, que sufrió heridas.
El delito más grave lo cometió ese mismo día en Cartaya, con la agresión a un hombre de 68 años en un camino, al que golpeó y partió el maxilar y la nariz para robarle su cartera con solo 40 euros; y el último el día 19 en Isla Cristina, concretamente en un comercio de pinturas sito en la calle Lirios de Isla Cristina, donde tras hacer creer al dependiente que pretendía comprar varios artículos, se introdujo tras el mostrador, le propinó un fuerte empujón y se dirigió a él esgrimiendo una pequeña navaja al tiempo que le exigía que abriera la caja. Este, atemorizado, la abrió y el condenado se apoderó de 400 euros, huyendo del lugar.
El Juzgado también lo ha condenado a una multa de 180 euros por un delito leve de lesiones y a devolver el dinero robado.
