Un grupo de menores con edades comprendidas entre los 12 y 15 los años se han dedicado al menos durante los pasados 20 días a “linchar a los trabajadores del servicio de recogida de basuras” en la localidad, “arrojándoles naranjas verdes y otros objetos”.
Así lo ha puesto de manifiesto el Consistorio de dicha localidad andevaleña, que añade que “no es al camión, si no que aprovechan la ocasión en la que estas personas salen del vehículo para coger el contenedor y es cuando empiezan los lanzamientos”.
Según prosigue el Ayuntamiento, tras la llamada de los operarios a la Guardia Civil advirtiendo de la situación, así como a su capataz en la empresa, les ordenaron “inmediatamente el cese” de la recogida de basuras en El Cerro de Andévalo.
Los puntos que se quedaron sin recoger a finales de la pasada semana por esta situación fueron la calle Sol (carretera de San Telmo), La Fuente, el contenedor del Convento, la Plaza de Abastos y el cementerio.
Según el Ayuntamiento, “desde que se pone la situación en conocimiento del Consistorio, hemos puesto en manos de las autoridades este asunto y lo seguiremos poniendo, ya que entendemos que cuando la integridad física de las personas está en riesgo, no se trata de un juego.
De esta forma, la madrugada del pasado miércoles el servicio de recogida de basuras tuvo que abandonar el municipio sin finalizar su ruta, por lo que el Ayuntamiento asumió dicha tarea, con el “malestar que genera en nuestra localidad y el enorme gasto económico extra que supone”.
Por todo ello, el Ayuntamiento pide que “si algún vecino o vecina ha visto algo o a alguien, que nos lo comunique al propio Ayuntamiento, o a la Guardia Civil”, a lo que añade que “se van a llevar a cabo labores de identificación de los implicados para poder realizar las denuncias correspondientes y cualquier información será bienvenida”.
Por otra parte indica que “las órdenes de Giahsa -entidad responsable del servicio- son claras” ya que “cada vez que se sucedan estos linchamientos abandonará el pueblo inmediatamente, quede por recoger lo que quede”, puesto que “no van a consentir que ninguno de sus operarios sufra este tipo de agresiones”.
