Los Reyes Magos parten hacia Belén tras recoger el oro en las minas de Tharsis

Aunque de forma más sencilla por la pandemia, la Asociación Cultural Reyes de Tharsis celebró ayer sábado la VIII recreación de la entrega a Sus Majestades del oro extraído en las milenarias minas del municipio

Aunque menos pretenciosa que en anteriores ocasiones por la pandemia de coronavirus, y después de un año sin celebrarse por el mismo motivo, los Reyes Magos volvieron a salir ayer de Tharsis portando el incienso, el oro y la mirra que el próximo seis de enero repartirán por todo el mundo, una iniciativa que ha adelantado una vez más esta entrañable festividad en dicho municipio, y que por octava ocasión ha organizado la Asociación Cultural Reyes de Tharsis.

Lo que es ya una tradición en el municipio minero nació de las palabras que escribió en el año 2012 el Papa Benedicto XVI en su libro ‘La infancia de Jesús’. El Sumo Pontífice puso entonces el foco en este rincón del sur de España al indicar que «la promesa contenida en estos textos extiende la proveniencia de estos hombres hasta el extremo Occidente (Tarsis-Tartesos en España), pero la tradición ha desarrollado ulteriormente este anuncio de la universalidad de los reinos de aquellos soberanos, interpretándolos como reyes de los tres continentes entonces conocidos: África, Asia y Europa». Joseph Ratzinger se basó para ello en los textos sagrados del evangelista Mateo y del profeta Isaías, que dejan entrever que Melchor, Gaspar y Baltasar procedían de un reino que podría localizarse entre las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla.

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Pero independientemente de la veracidad científica de esta afirmación, lo importante es que la Asociación Cultural Reyes de Tharsis, con la colaboración del Ayuntamiento y otras administraciones, de colectivos sociales y asociaciones locales, y de empresas privadas, viene trabajando desde el año 2013 en rememorar y dar visibilidad a ese momento histórico celebrando la Entrega del Oro.

Este año 2021, tras recibir la Bendición Apostólica de su Santidad el Papa Francisco gracias a la colaboración inestimable del vecino Carlos Galán ‘Carrilla’, la también conocida en la localidad tharsileña como ‘Recreación de los Reyes Magos’, se desarrolló a lo largo de la tarde de ayer sábado en una versión más reducida y en la Plaza del Minero, un lugar distinto al de anteriores ocasiones con el objeto de impedir aglomeraciones de personas. Lo que no cambió fue el protagonismo de la Recreación, que un año más recayó en los propios habitantes de Tharsis, que decoraron el espacio especialmente para la ocasión, instalando escenas alusivas así como varios puestos con una muestra de artesanía local. El acto también contó con la actuación del coro de campanilleros de la localidad.

Así, una vez más, los tres Reyes Magos recogieron el oro extraído en las legendarias Minas de Tharsis, una explotación milenaria -como lo es también la misma historia recreada-, el yacimiento metalúrgico situado más al sur de la Península Ibérica, por el que han pasado multitud de civilizaciones para extraer los metales preciosos de sus entrañas desde hace más de 5.000 años de antigüedad. Todo ello para llevarlo estos días como una de las ofrendas -junto a la mirra y al incienso- al niño Jesús en Belén.

Pese a las restricciones de la pandemia, el acto se desarrolló en medio de un ambiente festivo y en presencia de numerosos vecinos de Tharsis y de otros municipios de la comarca, que vivieron con especial emotividad sobre todo el momento de la llegada de un minero y una mula procedentes del interior de las minas y portando un cofre con el oro. Posteriormente llegaron al poblado los Reyes Magos a caballo recorriendo la zona y saludando a los más pequeños, para ser finalmente obsequiados con el oro por las autoridades locales, que también les ofrecieron vino y frutas antes de emprender el viaje a Belén.

La despedida de Sus Majestades estuvo protagonizada por un castillo de fuegos artificiales, que también sirvió para poner el colofón a un acto en el que, un año más, se ha volcado todo el pueblo de Tharsis.

(Fotografías: Jordi Landero)