La Audiencia Provincial de Huelva acoge entre este lunes, 15 de noviembre, y el próximo viernes, el juicio con jurado popular contra Bernardo Montoya, el hombre acusado de agredir sexualmente y asesinar en diciembre de 2018 a la profesora zamorana de 26 años Laura Luelmo en El Campillo.
Por tal motivo se pondrá en marcha un dispositivo de seguridad por parte de la Policía Nacional, con el objeto de garantizar que todo transcurra durante la vista con total normalidad, ya que se trata de un caso con un gran interés mediático en el que se han acreditado 35 medios de comunicación.
Está previsto que la cobertura por parte de los medios se realizará mediante una sala de prensa virtual, para garantizar las medidas de seguridad que exige la pandemia.
El juicio contará con sesiones de mañana, desde las 10:00 horas, y de tarde. Este lunes está prevista la constitución del jurado, tras lo cual declarará el acusado y dos testigos. Además, se resolverán una serie de cuestiones previas planteadas por las partes. En la sesión de tarde tendrá lugar la declaración de otros 12 testigos.
El martes declararán 15 testigos más durante la mañana, y 5 por la tarde, mientras que el miércoles comparecerán por la mañana 6 médicos forenses, y ya por la tarde agentes de la Guardia Civil. La mañana del jueves tendrá lugar la declaración de otros 6 agentes de la Guardia Civil, de 4 médicos forenses y de un psicólogo.
Una vez concluya la práctica de la prueba, las partes personadas en el procedimiento presentarán sus informes finales, tras lo que el magistrado-presidente del juicio entregará el objeto del veredicto a los miembros del jurado popular, que se retirarán entonces a deliberar antes de hacerlo público.
En la causa están personadas la Fiscalía, la acusación particular que ejerce la familia de la víctima, la acusación popular ejercida por la Junta y la defensa de Montoya.
El Ministerio Público ha solicitado prisión permanente revisable por el delito de asesinato para Bernardo Montoya, el cual fue detenido el 18 de diciembre de 2018, apenas un día después del hallazgo del cuerpo de la profesora en la zona conocida como Las Mimbreras a las afueras de El Campillo, localidad donde residía en la misma calle que su presunto asesino. La joven estaba recién llegada al municipio para impartir clases en el instituto de la vecina Nerva.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de detención ilegal, otro de agresión sexual y otro de asesinato, toda vez que argumenta que se dan las agravantes de género en el caso del delito de agresión sexual y la de reincidencia en el de asesinato.
En este sentido señala que procede imponer a Montoya la pena de 20 años por el delito de detención ilegal, 12 por agresión sexual y la pena de prisión permanente revisable por el asesinato. La acusación popular se ha sumado a la petición de la Fiscalía.
El asesinato de esta profesora conmocionó al país ya que fueron masivas las concentraciones de repulsa y las carreras que se convocaron en recuerdo de la joven, que iba con ropa deportiva en el momento de su desaparición, el 12 de diciembre de 2018.
La denuncia fue interpuesta por la familia y se activó el correspondiente dispositivo de búsqueda para dar con su paradero, siendo encontrada el 17 de diciembre de ese mismo año. Un voluntario que participaba en las labores halló prendas de mujer en la zona de Las Mimbreras y la Guardia Civil encontró el cuerpo a unos 200 metros del lugar del hallazgo de las prendas, semioculto en una zona de terraplén y matorrales.
La autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Huelva acreditó que Luelmo sufrió abusos sexuales, además de un fuerte golpe que le provocó la muerte entre los días 14 y 15 de diciembre, es decir, entre dos y tres días después de su desaparición.
Bernardo Montoya, con graves antecedentes penales como el asesinato de una anciana en Cortegana, se encuentra desde su detención en prisión provisional como presunto responsable. Éste confesó el crimen en el interrogatorio policial en un primer momento, pero posteriormente cambió su declaración y desde el 4 de abril de 2019 mantiene la versión de que fue su exnovia la presunta responsable de la muerte de la chica.
En todo este tiempo la familia de la profesora ha pedido el mayor de los respetos e intimidad para afrontar este trágico acontecimiento. La familia, que en su momento demandó una «petición pública de perdón» al Estado por su «fracaso estrepitoso» al «no ser capaz de garantizar el derecho a la vida y la integridad física» de su hija, ya anunció que solicitaba la prisión permanente revisable para Montoya.
Las muestras de cariño en El Campillo y Nerva han sido muchas en todo ese tiempo y, de hecho, el pabellón multifuncional de la primera localidad pasó a denominarse Laura Luelmo, así como el aula de dibujo del instituto nervense donde la joven impartía clases.
