Tensión comercial entre España y China podría afectar gravemente a la industria cárnica española

La industria cárnica española se encuentra en alerta ante la posibilidad de que China imponga nuevos aranceles a las empresas exportadoras del sector. La Comisión Europea ha anunciado un aumento de los derechos de importación a los coches eléctricos procedentes de China, lo que ha generado una respuesta por parte del gigante asiático.

Esta tensión comercial podría afectar gravemente a la industria cárnica española, especialmente al sector porcino, que es el primero en el ranking europeo y el segundo a nivel mundial. El pasado año, las exportaciones de carne de porcino a China supusieron el 20,33% de las ventas exteriores de España, con una cifra de 1.223 millones de euros.

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La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE) ha expresado su preocupación por esta situación, ya que podría poner en peligro el liderazgo de España en el comercio internacional de carnes y derivados cárnicos. Además, ha solicitado a los Ministerios de Economía, Comercio y Empresa y de Agricultura, Pesca y Alimentación que se activen las medidas de contención previstas ante posibles represalias por parte de China.

La industria cárnica española ha logrado cifras récord de exportaciones en los últimos años y se encuentra en proceso de abrir nuevos mercados y productos en China. Sin embargo, esta tensión comercial podría poner en peligro estas negociaciones y afectar gravemente a las empresas exportadoras del sector.

Es necesario mantener los cauces de comunicación activos para mantener informadas a las industrias cárnicas sobre posibles cambios en las relaciones comerciales con China. En la actualidad, se está trabajando en la apertura del mercado de vacuno y ovino, por lo que es importante mantener una comunicación fluida y estar preparados para posibles problemas en las próximas semanas.

En resumen, la industria cárnica española se encuentra en alerta ante la posibilidad de que China imponga nuevos aranceles a las empresas exportadoras del sector, lo que podría afectar gravemente a sus exportaciones y poner en peligro su liderazgo en el comercio internacional de carnes y derivados cárnicos. Se espera que las autoridades tomen medidas para evitar posibles represalias y se mantengan los cauces de comunicación abiertos para informar a las empresas sobre posibles cambios en las relaciones comerciales con China.