Bernardo Montoya, acusado y juzgado estos días por agredir sexualmente y asesinar en el mes de diciembre de 2018 a la profesora zamorana Laura Luelmo en El Campillo, ha afirmado este viernes a la entrada a la Audiencia de Provincial de Huelva donde está siendo juzgado que siente «odio».
Así se ha expresado ante los medios de comunicación preguntado si se mostraba nervioso en la jornada en la que conocerá el veredicto, tras casi una semana de juicio.
Por su parte su abogado, Miguel Rivera, ha señalado que su cliente afronta el día «con bastante entereza y confiado en el sistema de recursos» ya que da por hecho que tendrá que recurrir al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) al entender que la sentencia será desfavorable y, además, cree que será «excesiva» en primera instancia porque ve «atenuantes».
Rivera se ha mostrado por tanto contrario a la aplicación de la prisión permanente revisable, y ha recordado que Montoya se ratificó este jueves en su última versión en la inculpación a su expareja como presunta autora del crimen.
El letrado también ha incidido en que Bernardo Montoya pidió este jueves perdón a la familia de Laura Luelmo al hacer uso de su derecho constitucional a la última palabra durante la última sesión del juicio, aunque sin reconocer los cargos de asesinato, detención ilegal y agresión sexual que se le imputan.
También este jueves, la Fiscalía, las acusaciones que ejercen la familia y la Junta, y la defensa del investigado presentaron sus informes finales y tanto el Ministerio Público como la acusación popular que ejerce la Junta han mantenido las peticiones de pena incluidas en sus respectivos escritos de conclusiones provisionales, mientras que la acusación particular que ejerce la familia elevó las penas que solicitaba inicialmente.
El Ministerio Público ha solicitado prisión permanente revisable por el delito de asesinato para Bernardo Montoya, el cual fue detenido el 18 de diciembre de 2018, apenas un día después del hallazgo del cuerpo de Laura Luelmo en Las Mimbreras, a las afueras de El Campillo, donde ésta residía en la misma calle que su presunto asesino. La joven estaba recién llegada al municipio para impartir clases en un instituto de Nerva.
La Fiscalía también considera que los hechos acontecidos son constitutivos de un delito de detención ilegal, otro de agresión sexual y otro de asesinato, con las agravantes de género en el caso del delito de agresión sexual y de reincidencia en el de asesinato.
Por tanto, en su escrito señaló que procede imponer a Montoya la pena de 20 años por el delito de detención ilegal, doce por agresión sexual y la pena de prisión permanente revisable por el de asesinato. La acusación popular que ejerce la Junta se adhirió a la petición de la Fiscalía.
En 2018, la denuncia por la desaparición de Laura Luelmo fue interpuesta por su propia familia, activándose un dispositivo de búsqueda para dar con su paradero, siendo encontrado su cuerpo sin vida el día 17 de diciembre de ese año cuando, un voluntario que participaba en las labores de rastreo, halló prendas de mujer en Las Mimbreras. La Guardia Civil encontró el cuerpo a unos 200 metros de dicho lugar, semioculto en una zona de terraplén y matorrales.
Bernardo Montoya, con graves antecedentes penales como el asesinato de una anciana en Cortegana, se encuentra desde su detención en prisión provisional como presunto responsable de dichos hechos, confesando el crimen en el interrogatorio policial en un primer momento, aunque posteriormente cambió su declaración y desde el 4 de abril de 2019 mantiene la versión de que fue su exnovia la presunta responsable de la muerte de la joven profesora zamorana.
