El Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) ha presentado los primeros resultados de su proyecto para optimizar la producción hortícola en Sierra Nevada. La jornada de transferencia de conocimientos ha sido inaugurada por la presidenta del Ifapa, Marta Bosquet, la delegada de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural en Granada, María del Carmen Reyes, y el director del Parque Nacional y Parque Natural de Sierra Nevada, Francisco Muñoz.
Según Bosquet, el sistema de producción hortícola en la Alpujarra es sostenible social y económicamente, pero era necesario reforzar su sostenibilidad medioambiental en un entorno tan especial como el de Sierra Nevada. Por ello, ha destacado el esfuerzo conjunto del Ifapa, la Consejería de Agricultura y el Parque de Sierra Nevada para llevar a cabo este proyecto que aporta soluciones a los agricultores.
Durante la jornada, en la que han participado unos 40 profesionales de la comarca, se han presentado tres ponencias técnicas y una mesa de discusión con los asistentes. Los investigadores del Ifapa han explicado los objetivos del proyecto y los primeros resultados sobre el impacto visual por simulación digital y caracterización radiativa de mallas antigranizo. También han analizado las experiencias con setos como reservorio de fauna auxiliar en explotaciones hortícolas.
El proyecto, que se extenderá hasta 2026, está siendo desarrollado por investigadores de los centros Ifapa Camino de Purchil (Granada) y La Mojonera (Almería), así como de la Universidad de Granada, bajo la coordinación de la investigadora María Teresa Soriano. Surge de una demanda institucional del Parque de Sierra Nevada para llevar a cabo un estudio del impacto paisajístico generado por diversas opciones de estructuras con mallas antigranizo en explotaciones hortícolas.
El objetivo es establecer los requisitos que deben cumplir dichas instalaciones para reducir su impacto y hacer compatible la producción agrícola con la protección del espacio natural. Para ello, se están caracterizando radiativamente varios tipos de mallas y se están seleccionando aquellas que generen menos impacto visual. Además, se está experimentando con setos perimetrales como reservorio de fauna auxiliar y polinizadores.
En concreto, el proyecto se centra en la zona de montaña por encima de los 900 metros de altitud de la comarca, donde el riesgo de granizo hace inviables los cultivos hortícolas estivales de mayo a octubre sin la utilización de una malla de protección antigranizo. Además, este proyecto del Ifapa se complementa con ensayos de lúpulo, un cultivo potencial para la zona que se está probando desde 2022 en la finca experimental del centro Ifapa Camino de Purchil.
Con este proyecto, se busca mejorar la eficiencia del uso del agua, los fertilizantes y la producción ecológica. El prototipo piloto que se construirá en una finca de la comarca servirá como escenario para la transferencia de diferentes técnicas que ayuden a alcanzar este objetivo. En definitiva, el Ifapa traslada al sector los primeros resultados de un proyecto que busca optimizar la producción hortícola en Sierra Nevada y hacerla más sostenible para el medio ambiente y los agricultores.