Bayer presenta los exitosos resultados del proyecto Dionisio: una agricultura intensiva y sostenible en colaboración con ARAG-ASAJA y GREFA

es, el artículo quedaría de la siguiente manera:

Bayer ha presentado los primeros resultados del proyecto Dionisio, una iniciativa puesta en marcha hace dos años con el objetivo de demostrar que una producción agrícola intensiva y sostenible es posible en colaboración con la asociación agraria ARAG-ASAJA y la ONG medioambientalista GREFA.

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En la presentación, el director general de Bayer Crop Science, Protasio Rodríguez, destacó la importancia de la transición hacia una agricultura regenerativa que produzca más alimentos de manera sostenible, especialmente en la actualidad con el aumento de la población, los efectos del cambio climático y los requisitos sociales y regulatorios.

Los expertos en biodiversidad de Biodiversity Node explicaron que el Plan de Acción desarrollado en la finca “El Tordillo” ha obtenido excelentes resultados en medidas como la ocupación del 50% de los hoteles para polinizadores, la colonización de la charca y la ocupación del 60% de las cajas nido. Estas medidas contribuyen a incrementar el número de enemigos naturales de las plagas y potenciar su control biológico.

El presidente de ARAG-ASAJA, Eduardo Pérez, resaltó la importancia de la colaboración entre el sector agrario, las empresas y las instituciones para garantizar la sostenibilidad, pero también hizo hincapié en la necesidad de rentabilidad para los agricultores.

Sergio Ibáñez, jefe de Servicio de Investigación de la Consejería de Agricultura del Gobierno de La Rioja, destacó el enfoque del Pacto Verde en fomentar la biodiversidad y el papel de los agricultores en adaptarse a estas políticas. En este sentido, mencionó la implicación de la bodega Real Rubio en el proyecto Dionisio.

Dionisio forma parte de la iniciativa Baydiversity, desarrollada por Bayer en 2011 para España y Portugal, con el objetivo de mostrar la compatibilidad entre actividad agrícola y conservación de la naturaleza. La incorporación de biodiversidad en las explotaciones agrícolas responde a las necesidades de los agricultores y a la demanda social de una agricultura más productiva y sostenible.

El proyecto ha sido implementado en varias fases, comenzando con un estudio de la zona y un análisis para determinar qué especies podrían convivir con los cultivos y ayudar a mitigar las plagas. Luego, se establecieron medidas de diversificación del hábitat, como la instalación de charcas para anfibios, cajas nidos para pájaros y rapaces, hoteles de insectos, setos para polinizadores y posaderos de rapaces. Tras el impacto positivo logrado en estos dos años, el proyecto seguirá desarrollándose en “El Tordillo” y se medirá su evolución a lo largo del tiempo.