El escenario económico que vive España, marcado por una subida de la inflación hasta el 8,5% al cierre de mayo debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, ha llevado a muchos compradores a buscar soluciones para reducir sus gastos. Del mismo modo, el Euríbor ha marcado registros preocupantes entrando en positivo por primera vez desde 2016, con un 0,231% en abril de 2022.
Además de las continuas subidas de los índices económicos asociados a una hipoteca, otra problemática recae en la duración de los préstamos hipotecarios en España, los cuales, de media, se extienden hasta 24 años. Con el transcurso del tiempo, la situación económica y financiera del cliente puede cambiar, dificultando el pago de las cuotas inicialmente pactadas.
En este contexto, una alternativa muy recurrente para ahorrar es la subrogación hipoteca, es decir, cambiar la hipoteca de banco. Gracias a este recurso, es posible seguir afrontando una hipoteca con condiciones mejores y unos plazos de devolución más cómodos.
Subrogación hipotecaria
Las personas que tienen un contrato hipotecario vigente tienen la opción de modificar las condiciones del préstamo con el mismo banco, o, por el contrario, cambiar de entidad financiera para continuar pagando las cuotas pendientes. En otras palabras, la subrogación hipotecaria supone llevar una hipoteca a otro banco. En el proceso, el cliente puede modificar el tipo de préstamo (variable a fijo o viceversa), el interés aplicable y el plazo de devolución.
La ventaja más importante que supone subrogar la hipoteca es que se consigue mejorar notablemente las condiciones y características de la hipoteca vigente. Pero, además, permite eliminar comisiones, cláusulas abusivas y productos vinculados que fueron contratados con el primer banco en el momento de firmar la hipoteca, como puede ser un seguro.
Gracias a la nueva Ley Hipotecaria, ya no se aplican gastos de cancelación anticipada o comisiones por llevar a cabo una subrogación. De esta forma, el precio por formalizar este proceso será ligeramente superior a 300 euros, aunque la mayoría de gastos corren a cargo de la nueva entidad financiera.
La subrogación hipoteca, un proceso sencillo
Para subrogar una hipoteca, el primer paso consiste en acudir a una nueva entidad financiera y solicitar una oferta vinculante. Una vez formalizada tal oferta, este banco debe ponerse en contacto con la antigua entidad financiera. Es decir, con la que se firmó inicialmente el contrato hipotecario. El antiguo banco tiene a su disposición un plazo de siete días naturales para certificar las cuotas o saldo pendiente de la hipoteca.
Del mismo modo, la antigua entidad cuenta con 15 días naturales para ofrecer nuevas condiciones del préstamo al cliente, con el objetivo de no perderlo. Una vez transcurrido este plazo, si el cliente no acepta esa contraoferta, obtendrá la escritura de subrogación y el nuevo banco asumirá la hipoteca.
Subrogar la hipoteca en Andalucía
La inflación vigente en España está afectando considerablemente a las economías de las comunidades autónomas. En Andalucía, las viviendas de segunda mano han sufrido subidas en sus precios del 4,19% en 2022, y Andalucía se ha convertido en la octava autonomía más cara a nivel nacional. En concreto, la provincia de Huelva fue la que más subió, con un 2,41%. Así, un inmueble de segunda mano en Andalucía tiene un precio medio de 1,427 euros por metro cuadrado.
Numerosas entidades financieras se han adelantado a esta situación del mercado ofreciendo ofertas hipotecarias muy competitivas, lo cual puede favorecer el proceso de subrogación a aquellas personas que deseen cambiar el préstamo de banco. Actualmente, las condiciones ofrecidas por los bancos son muy atractivas, en hipotecas tanto fijas como variables. Por tanto, es un buen momento para sellar una operación como la subrogación. La clave para encontrar la mejor oferta está en analizar y comparar las diferentes ofertas que el mercado ofrece.