El personal de enfermería y auxiliares del área de Cirugía y del Hospital de Día del Hospital Comarcal de Riotinto han remitido una carta a la gerente y a la Dirección de Enfermería de dicho centro hospitalario en la que han expresado su total rechazo al cese de la supervisora Ana Belén Vargas, el cual consideran que «ha sido totalmente forzado por la Dirección de Enfermería y la Gerencia del centro».
En dicha misiva solicitan «la reparación del año a una profesional excelente y piden que se depuren responsabilidades de quienes hayan podido influir en su cese».
Por todo ello los profesionales de dicho centro han vuelto a concentrarse este viernes a sus puertas, donde han pedido la dimisión del equipo directivo del mismo.
Por su parte el Sindicato de Enfermería SATSE Huelva ha asegurado en un comunicado que “existe un malestar patente entre los profesionales del Hospital de Riotinto y su equipo directivo, generado por la nefasta gestión llevada a cabo por este último”.
Por tal motivo, SATSE ha solicitado a la delegada de Salud que intervenga en la dirección del centro hospitalario, buscando una solución al conflicto que existe desde hace tiempo entre trabajadores y equipo directivo.
Tanto la organización sindical como los propios profesionales consideran que no se está llevando a cabo una adecuada gestión ni a nivel organizativo ni de recursos en el hospital, lo que está generando crispación entre los trabajadores.
Decisiones y medidas, continúa explicando el Sindicato que se están tomando de manera unilateral por parte de la Dirección del hospital, como ha sido la imposición del protocolo de incidencia, o la paralización desde hace más de tres años de la movilidad interna de enfermería, para lo que se han llevado a cabo hasta tres reuniones con la Gerencia, y cuyo resultado ha sido el caso omiso.
Otro de los motivos que han propiciado este malestar, es la incorrecta aplicación del manual de permisos, vacaciones y licencias, como el establecimiento de las reducciones de jornadas por tramos horarios, lo que deja a estos profesionales en una situación de discriminación y vulnerabilidad de sus derechos con respecto al resto de los compañeros y compañeras del SAS.
A su vez, el déficit de personal en todas las plantas hospitalarios, y la falta de personal formado en servicios específicos o las cargas de trabajo en una planta COVID con un único enfermero no debería ser consentido por los gestores, sin embargo, la inoperatividad es el modus operandi de la dirección de este hospital. Otro ejemplo más de la nefasta gestión llevada a cabo por esta Dirección y que ha sido el detonante del hartazgo de los/as trabajadores del centro hospitalario ha sido el cese de manera injustificada de una supervisora que contaba con el respaldo de todos los trabajadores por su trayectoria y por ser una figura referente en su desempeño, lo que ha desembocado en un acto espontáneo de apoyo a la compañera cesada y solicitando el cese de la Dirección del centro.
Por su parte, el Sindicato de Enfermería, tratando de mejorar la situación de crispación y tensión existente, ha intentado negociar y establecer una vía de comunicación con el equipo directivo, pero la actitud y posicionamiento del mismo no ha contribuido a suavizar el conflicto permanente que existe.
De ahí que, tras varias protestas, escritos y acciones diversas que no han dado lugar con una solución, desde el Sindicato de Enfermería se solicita a la delegada de Salud que intervenga en dicha problemática y aporte una pronta solución a esta insostenible situación.
