¿Por qué instalar un paravientos de cristal para tu terraza?

Los paravientos de cristal pueden ofrecer muchas ventajas para tu negocio. Estos sistemas van mucho más allá de su función original de frenar el viento y mejoran considerablemente la experiencia de los clientes.

Paravientos Cristal Kauma

Usos de un paravientos de cristal

La función básica de un paravientos de cristal es, obviamente, reducir la molestia del viento a prácticamente cero, para poder estar en su espacio interior cómodamente.

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Lo consigue con soluciones que aúnan resistencia y estética a un mismo tiempo, para conseguir un espacio al aire libre en el que los clientes pueden disfrutar de privacidad y seguridad.

El paravientos puede rodear todo el espacio que ocupe la terraza, separando de forma efectiva el resto de la calzada con el destinado a tu negocio.

Gracias a esta solución, tus clientes van a poder disfrutar de la terraza, mientras están en tu negocio, con un máximo confort incluso en los días en que haga viento y frío. Combinado con alguna solución de protección superior, también puede ser aprovechado de forma efectiva en verano, sin que la exposición solar continua sea un problema.

Beneficios de instalar un paravientos de cristal para tu negocio

Un paravientos de cristal ofrece intimidad y resguardo a tus clientes. Podrán estar en la terraza de tu negocio sin importar el clima que haga y con bastante privacidad como si estuvieran en un espacio interior.

La separación de la terraza con la acera, consigue ofrecer esta sensación de forma práctica, igual que también aporta una distancia con respecto al resto de peatones que puedan estar andando cerca. Se refuerza así esa privacidad para tus clientes, al mismo tiempo que se aporta una ventaja en cuestión de seguridad sanitaria.

Como beneficios adicionales, un paravientos de cristal para terraza, puede tener unos acabados o incluso una personalización óptima, con la que se identifique bien con tu negocio. Es una ventaja considerable respecto a otras terrazas que no guardan esta vinculación y parecen algo completamente aparte.

Los paravientos de cristal de Kauma, además, cumplen la normativa local, en el sentido de que no están anclados a la vía pública, sino que tal y como exige la legislación vigente, cuentan con sistemas de patas y ruedas para movilizarse siempre que sea necesario.

Incluso se adaptan a suelos inclinados, con un sistema que permite ser regulado según exijan las irregularidades del suelo.

Tipos de paravientos de cristal

La compañía Kauma, especializada en cortinas de cristal, pérgolas bioclimáticas, sistemas de techo y paravientos de cristal, ofrece de estos últimos 3 tipologías diferenciadas.

Por un lado, están los sistemas de paneles Aure, paravientos modular con el que se puede crear entornos muy acogedores.

Una solución práctica, de fácil instalación (además de poder ser fijo o móvil) que es posible personalizar completamente a tu negocio.

Otro tipo de paravientos de cristal es el que se ofrece bajo la línea Extenda. Consiste en un paravientos extensible, con el que se potencia esa sensación de privacidad para los clientes, gracias a su sistema de elevación.

Se trata de un sistema de elevación por poleas, con el que puedes ampliar todo lo que necesites la protección y ofrecer al mismo tiempo seguridad ante el clima que haga y, por otro lado, entrada de iluminación exterior, así como la posibilidad de disfrutar de las vistas.

Como ventaja adicional, este paravientos de cristal cuenta también con una barandilla mutifunción, de gran utilidad como elemento de seguridad, en el caso de que exista riesgo de caídas.

El tercer tipo de paravientos de cristal de Kauma es Plega, un modelo de diseño flexible muy fácil de utilizar.

Está específicamente pensado para frenar por completo las consecuencias negativas del viento, ya que sus paneles se pueden mover manualmente hacia arriba o hacia abajo siempre que haga falta.

Este sistema basculante combinado con sistemas de techo y pérgolas, puede hacer tu terraza multiestacional y que puedas rentabilizarla durante todo el año.