Vecina de Lepe ha hecho ya casi 1.500 mascarillas, 50 de las cuales ha enviado hasta a leperos que viven en Madrid

Mercedes Pérez, una vecina de Lepe, ha confeccionado en su casa casi 1.500 mascarillas de tela, que reparte en centros de trabajo y asistenciales de la comarca, pero sobre todo entre los inmigrantes que no pueden dejar de acudir estos días a sus centros de trabajo en el campo

Mercedes Pérez, una vecina de Lepe de 49 años de edad y aficionada a la costura, ha confeccionado en su domicilio, desde el inicio del actual confinamiento por la crisis sanitaria del coronavirus, casi 1.500 mascarillas de tela, que ha repartido en distintos centros de trabajo y asistenciales de la comarca, pero sobre todo entre los numerosos inmigrantes que no pueden dejar de acudir estos días a sus centros de trabajo en el campo. Algunas de sus mascarillas, aproximadamente un centenar, han sido enviadas incluso hasta a Madrid, concretamente a leperos que viven en la capital de España y que, por tanto, están pasando la cuarentena allí.

Según ha relatado esta vecina de Lepe a HuelvaCosta.com, lo hace porque “me sale del corazón”, al tiempo que añade que la idea se la dio su hijo, Adrián Poleo, que trabaja en el campo y que le pidió que le hiciese una decena de mascarillas para él y para sus compañeros de tajo, para lo cual incluso le buscó un vídeo tutorial en Youtube en el que se explicaba cómo hacer una mascarilla de tela.

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Mercedes Pérez atendió la petición de su hijo y lo hizo público en su cuenta de Facebook, tras lo que le empezaron a llover las peticiones por la evidente falta de dichos elementos protectores en las empresas e instituciones de la localidad y del resto de la comarca.

“Lo hago de forma totalmente altruista y gratis”, precisa, solo con el objetivo de “aportar mi granito de arena y de ayudar en estos complicados momentos a quienes están trabajando y no encuentran mascarillas por ninguna parte”, señala Pérez, quien incide en acordarse “sobre todo en los inmigrantes que se exponen en el campo cuando acuden a trabajar”.

Por el momento las mascarillas de Mercedes Pérez han ido a parar a la Policía Local de Lepe, al Centro de Mayores y Dependientes de Cartaya, al Hospital Virgen Bella de Lepe, al centro de Área de Transfusión Sanguínea de Huelva y a los trabajadores de las empresas leperas Cash Lepe o Maxico, entre otras.

Por otra parte asegura que ha instalado en su casa prácticamente una fábrica en serie de mascarillas, de las que hace más de un centenar al día, y que lleva ya dos semanas sin parar.

En su confección le ayudan “cuando pueden porque están trabajando” su hijo, que se encarga del corte, y su marido, Joaquín García, a quien se reservan las labores de planchado.

Al principio usó las sábanas que tenía en casa para como materia prima de la que extraer la tela, a lo que Mercedes Pérez añade que cuando se le acabaron no ha parado de recibir sábanas de numerosas amigas y vecinas, las cuales lava y plancha antes de hacerlas tiras para hacer las mascarillas.

Entre las anécdotas de estos días recuerda con cariño como un inmigrante de color le pidió una, y al día siguiente le envío una foto de él con la mascarilla puesta desde su centro de trabajo; o las que le pidió una señora cuyo marido recibe habitualmente diálisis en el Hospital Juan Ramón Jiménez, pero por la crisis del coronavirus ha sido derivado para ello al Hospital Costa de la Luz, donde no le daban mascarilla.

“Como todos, estoy en casa las 24 horas del día -añade- y hacer mascarillas se ha convertido casi en mi único objetivo ya que, además de ayudar a los demás, esto me ayuda a mí misma y me da ánimos para levantarme y enfrentarme a cada día de confinamiento”, concluye.