Una mujer ha tenido que ser atendida en la mañana de este sábado en el centro de salud de Cartaya por la herida que de carácter leve le ha provocado en la cabeza el desprendimiento de un trozo del revestimiento de uno de los muros exteriores del antiguo convento mercedario de la localidad (S.XVIII).
El suceso se ha producido sobre las once de la mañana en la calle Frailes de la localidad costera, cuando la afectada, junto con otras cuatro o cinco personas desayunaban en una de las terrazas de la zona.

La mujer, según testigos presenciales, presentaba una pequeña brecha en la cabeza, aunque lo peor ha sido “el enorme susto que nos hemos llevado todos”.
Por su parte Manuel Moreno, uno de los camareros del bar, ha narrado a huelvacosta.com que “todo sucedió muy rápido” y “justo en el momento en el que estaba sirviendo los desayunos a los clientes de la mesa afectada, unas cinco personas”. “Fue dejar los cafés y las tostadas en la mesa, y caerse el trozo de pared” ha precisado. En ese momento “todo fueron gritos y gente corriendo despavorida por todas partes, aunque afortunadamente al final ha sido mayor el susto que lo que realmente ha sucedido”.

Moreno ha señalado igualmente que la imagen que se le ha quedado del suceso es la de “toda la gente manchada de barro, arena y café, y las tostadas y los vasos tirados alrededor de la mesa”.
Al lugar del desprendimiento se desplazó inmediatamente una patrulla de la Policía Local de Cartaya, que acordonó con cintas la zona afectada, así como operarios del Ayuntamiento de la localidad, que terminaron de proteger el lugar con más cinta de plástico y con vallas.

EDIFICIO PROTEGIDO
El antiguo convento de Mercedarios Descalzos de la Santísima Trinidad de Cartaya es el mejor ejemplo en la provincia de Huelva de la arquitectura conventual de la segunda mitad del siglo XVIII y de transición del barroco al neoclasicismo.
Se da la circunstancia de que dicho edificio fue inscrito en septiembre de 2008 en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la categoría de Monumento, estando por tanto actualmente protegido como Bien de Interés Cultural (BIC).
Su imagen, y en especial la de su torre campanario, domina la silueta de la población desde sus distintas vías de acceso, siendo una de las señas de identidad más importantes de la localidad, referencia simbólica imprescindible de la misma junto a la Iglesia Parroquial de San Pedro y el Castillo de los Zúñiga.

Afortunadamente todo quedó en un «gran susto». (Fotografía: J.L.)