Un vecino de Sevilla, Juan Manuel Arteaga, halló este sábado en la zona de La Gola, en Isla Cristina, una mandíbula humana que podría ayudar a esclarecer un caso de desaparición sucedido en el año 2011 en dicha localidad costera.
Según adelantó este domingo el digital Sevilla Web Radio, dicha persona se encontraba pasando el fin de semana en Isla Cristina, acercándose a mediodía del sábado a la zona de La Gola, un lugar adaptado este año a mascotas situada junto a la playa de la Gaviota, para dar un paseo con sus perros.
Mientras sus mascotas jugaban con palos y conchas en la citada zona, prosigue Sevilla Web Radio, el hombre advirtió la presencia de lo que a priori parecía una mandíbula humana que se encontraba en una zona de la playa próxima a la desembocadura del río Carreras.
Dicho lugar, con las características de una marisma, se inunda con rapidez con la crecida de la marea, por lo que Juan Manuel se apresuró a fotografiar los restos y ubicar la zona con una precisión de más, menos cinco metros con la ayuda del GPS de su smartphone.
Ante la posibilidad de que una vez subida la marea fuera imposible volver a localizar los restos, o que por la acción de otros perros en la zona se perdiera para siempre la mandíbula, Juan Manuel optó por recoger los restos con la ayuda de una bolsa de plástico y, rápidamente, se dirigió a la comisaria de la Policía Local de Isla Cristina.
Ante su sorpresa, los funcionarios que allí le atendieron le explicaron que debía dirigirse con los restos hasta el puesto de la Guardia Civil del municipio, no sin antes comentarle que dichos restos podrían ayudar a esclarecer el caso de una desaparición que afecta a una familia del municipio.
Una vez en el cuartel fue recibido por un cabo que le interrogó sobre la procedencia de los restos así como las circunstancias que rodeaban a la misma.
Dadas todas las explicaciones, los agentes de la Benemérita organizaron una batida en la zona, y según fuentes de la Guardia Civil consultadas por HuelvaCosta.com, una patrulla halló en la misma zona lo que podría ser una costilla humana. Según estas mismas fuentes, los restos se han remitido al Instituto Anatómico Forense de Huelva para el estudio de ADN con el objeto de intentar esclarecer la identidad de la persona a la que pertenecieron, mientras que las diligencia se han remitido al Juzgado de Guardia de Ayamonte.