Salvan una colonia de 50 nidos de aves limícolas protegidas en una piscifactoría

Técnicos de la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Huelva, y personal de la empresa Gambalucía, dedicada a la reproducción, engorde y comercialización de langostino tigre en estero, han salvado de la desaparición una colonia de distintas especies de aves limícolas protegidas que se ha establecido este año en uno de los estanques o balsas que dicha empresa utiliza para el cultivo de langostinos.

Dicha colonia está formada por medio centenar de nidos pertenecientes a tres especies limícolas distintas: charrancito común, avoceta común y chorlitejo patinegro, que si bien no se encuentran en peligro de extinción, sí están incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

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Los nidos albergan más de 150 huevos, muchos de los cuales ya han eclosionado y, por tanto, han nacido con éxito los pollos, mientras que el resto lo está haciendo estos días, todo gracias a la intervención de la propia empresa y de los técnicos de Medio Ambiente que se percataron de la existencia de la colonia hacia unas semanas.

Se trata de una situación que no se había dado anteriormente en esta piscifactoría ayamontina, ubicada en el estuario del Guadiana, concretamente a los pies del Puente Internacional del mismo nombre, y que según Saturnino González, encargado de la instalación, se ha producido por las condiciones meteorológicas del pasado invierno.

Según ha precisado, ha sido un invierno «atípico» dadas la «intermitente» lluvia, lo cual ha propiciado que se hayan quedado algunas balsas con algo de agua. «Normalmente», explica González, «el proceso es diferente porque los estanques suelen quedarse secos en invierno, momento que se aprovecha para gradear el fondo, que posteriormente se llena de agua salada sin que dé tiempo a que las aves nidifiquen».

Por el contrario, prosigue, «este año ha quedado agua de lluvia en las balsas, lo cual ha impedido el trabajo de las máquinas hasta hace muy poco, dando tiempo a las aves a nidificar».

Por su parte Miguel Garrido Mora, técnico del Departamento de Geodiversidad y Biodiversidad de la Delegación Territorial de Medioambiente de la Junta en Huelva, ha señalado que desde que fue detectada la colonia, «siempre en coordinación con la empresa», se ha resuelto una situación que además ha puesto de manifiesto que la actividad productiva de la empresa en este enclave «es sostenible» con la preservación del entorno donde se desarrolla».

Según ha detallado Garrido Mora, la actuación precisó de dos jornadas de trabajo conjunto entre personal de la empresa y técnicos de Medio Ambiente. Entre todos «peinaron» literalmente el fondo del estanque, que tiene una dimensión de unas seis hectáreas, señalizando con unas varillas blancas y bien visibles de aproximadamente un metro de altura la ubicación exacta de cada nido, con el objeto de que el gradeo del terreno no afectara al proceso de reproducción de las aves. Alrededor de cada nido se estableció un perímetro de seguridad que las máquinas no podían rebasar.

Miguel Garrido Mora subraya por otra parte que se trata de tres especies muy importantes para el ecosistema de la costa onubense: avoceta común, un ave «muy interesante» cuya principal característica es su pico curvado hacia arriba y que pone una media de dos huevos; charrancito común, «la más numerosa» de la colonia y una especie a la que «normalmente vemos corretear por la playa» que pone una media de tres huevos; y chorlitejo patinegro, un animal «muy complicado de ver, que tiene peculiaridades muy interesantes» y que pone una media de dos huevos.

«Cuando iniciamos los trabajos hace unos días –prosigue- estaban todos los huevos a punto de empezar a eclosionar, hasta el punto de que cuando terminamos de señalizar los nidos, y la empresa de gradear la zona permitida, pasaron muy pocas horas hasta que comenzaron a nacer los primeros pollos». «Ahora hemos podido constatar que han salido bien, que se ha respetado perfectamente los márgenes de seguridad que se establecieron alrededor de cada nido, y que por lo tanto su ciclo de reproducción está siendo un éxito» apunta Garrido Mora.

Según apunta el encargado de las instalaciones, en estos momentos la empresa «está esperando que salgan todos los pollos antes de inundar el estanque para la reiniciar el cultivo de langostinos, por lo que esta balsa en concreto se ha reservado para el final», a lo que añade que «se está haciendo un enorme esfuerzo».

Saturnino González afirma finalmente que la empresa «es plenamente consciente» de que desarrolla su actividad en el medio natural, en una zona «especialmente sensible» como son las marismas del estuario del Guadiana, y por ello «está muy concienciada con el respeto del entorno que la rodea». «Y no solo en este asunto –concluye- sino en otros también muy importantes como el de los vertidos».

El técnico del Departamento de Geodiversidad y Biodiversidad de la Delegación Territorial de Medioambiente afirma por su parte que «la naturaleza tiene que seguir su curso, y es lo que hemos hecho en este caso, poniendo además de relieve que la actividad humana es compatible con el respeto y la preservación de la naturaleza». En un lugar «tan sensible y privilegiado» como éste, añade, «no queda otra que lograr una simbiosis total entre la actividad productora de langostino tigre que lleva a cabo la empresa, y la conservación del entorno donde se realiza». Y esto es «un buen ejemplo» de que es posible. «Sólo se trata de encontrar el término medio donde que ambas cosas sean posible».

CHARRANCITO COMÚN (Sternula albifrons)

El charrancito común es el más pequeño de nuestros charranes y el único miembro de su familia con el pico amarillo y de punta negra. Desarrolla un vuelo rápido y más agitado que el de otros charranes, que lo hace inconfundible. Allí donde cría, resulta muy llamativo observar la incansable actividad de pesca de los grupos de adultos mientras se alimentan de pequeños peces y crustáceos, siempre cerca de la colonia, que capturan con rápidas y repetidas zambullidas y buceos, a veces en la misma orilla.

AVOCETA COMÚN (Recurvirostra avosetta)

Esbelta, de patas largas y silueta elegante, la avoceta es una de nuestras limícolas más llamativas, tanto por su coloración como por el curioso pico que luce, uno de los pocos de entre todas las aves que se curvan hacia arriba. Pese a que se trata de una especie sedentaria en nuestro territorio, en España también recibimos un gran número de invernantes, que se instalan preferentemente en marismas, salinas y humedales costeros.

CHORLITEJO PATINEGRO (Charadrius alexandrinus)

Habitante característico de playas, arenales costeros, saladares y lagunas, el chorlitejo patinegro ha sufrido intensamente el acusado proceso de transformación acontecido en nuestras playas y humedales, lo que ha provocado su progresiva disminución. Aunque las aves españolas se muestran más bien sedentarias o, a lo sumo, dispersivas, durante el invierno las costas y lagunas de nuestro país reciben un considerable número de ejemplares procedentes de otras latitudes de Europa.