Dos tractores desaparecieron en plena noche el pasado día seis de enero de dos fincas agrícolas colindantes situadas en una zona conocida como La Cañada, junto a la carretera entre Lepe y Villablanca, en el término municipal del primer municipio.
Según ha relatado el propietario de uno de los tractores, que prefiere no desvelar su identidad por “miedo a posibles represalias”, los vehículos agrícolas fueron sustraídos entre las 12.00 y las 12.30 horas de la madrugada, siendo interpuestas sendas denuncias a la mañana siguiente en el puesto de la Guardia Civil de la ciudad costera.
Pese a ello, y a que la Benemérita abrió una investigación para intentar esclarecer el paradero de dichos vehículos, los dos agricultores afectados iniciaron una búsqueda por su cuenta durante los días posteriores, convencidos de que por sus propias características “los tractores no podían estar muy lejos”.
Pero cuál fue la sorpresa de ambos cuando en la mañana del pasado martes, 31 de enero, recibieron una llamada del cuartel de la Guardia Civil de Lepe mediante la que se les citó para mostrarles unas fotografías de dos tractores que podían coincidir con los que desaparecieron de sus fincas 25 días antes.
“Efectivamente eran nuestros vehículos”, ha señalado el propietario, a los que les informó que “habían sido hallados por la Benemérita ocultos en el interior de un pequeño invernadero de chapa a más de 35 kilómetros de Lepe”. Según su narración, los dos tractores se encontraban en un paraje “apartado” y “muy poco transitado” a orillas del río Guadiana, concretamente entre los términos municipales de San Silvestre de Guzmán y Sanlúcar de Guadiana, aunque en el término municipal de esta última localidad.
“Todo era muy raro”, ha asegurado este agricultor, “hasta que cuando fuimos a buscarlos, para que tuvimos que recorrer entre diez y doce kilómetros de un camino de piedras, pudimos comprobar que a los vehículos les habían enganchado un remolque de los que se usan habitualmente para el transporte de embarcaciones neumáticas”. “Es más –añade el agricultor- en la finca donde se encontraban pudimos ver incluso una de estas embarcaciones”, por lo que “ya todo nos fue cuadrando”.
Por otra parte, según ha detallado, ambos tractores se encontraban “en perfecto estado”, siendo las únicas anomalías observadas la falta del cristal trasero de la cabina en uno de ellos, y la rotura de la rejilla del soporte de la batería en el otro.
Finalmente, el agricultor lepero consultado, que se dedica al cultivo de fresas (el otro además de fresas también cultiva cítricos), ha afirmado que la Guardia Civil no les ha dicho en ningún momento cuál ha podido ser el móvil del robo, así como no les ha ofrecido detalles sobre el uso que los autores de los hechos han podido hacer de los vehículos “aunque después de lo que vimos en el lugar donde fueron encontrados está todo bastante claro”. Y es que todo indica, según este agricultor lepero, que los tractores han podido ser usados para el tráfico de drogas, concretamente para sacar alguna embarcación neumática del río con el objeto de esconderla en el invernadero donde ambos vehículos fueron hallados.
Con un poco de miedo aún, ambos empresarios agrícolas leperos guardan sus vehículos desde que fueron hallados en “un lugar más seguro y vigilados”.