La Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA) ha incorporado un servicio de policía portuaria para realizar las funciones de vigilancia en las aguas portuarias de la Ría del Piedras y responder a la demanda tanto de vecinos como de los ayuntamientos de esta zona, que reclamaban más medidas de seguridad en el tráfico portuario, donde conviven la flota pesquera, barcos de transporte de pasajeros y embarcaciones náutico-deportivas.
El director general de la APPA, Rafael Merino, junto al delegado de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Patrimonio Histórico y Cultura en Huelva, José Manuel Correa, ha supervisado la puesta en marcha del servicio de policía portuaria que desde esta semana realiza funciones de vigilancia en las aguas portuarias de la Ría del Piedras, en coordinación con el servicio marítimo de la Guardia Civil y la Capitanía Marítima de Huelva en el respeto de las condiciones de navegabilidad.
La incorporación de este servicio policial, que realizará sus funciones en todo el ámbito portuario que va desde el acceso a la ría en la desembocadura de la flecha, hasta el puerto de El Terrón, constata la apuesta del Gobierno andaluz de garantizar la convivencia en la Ría del Piedra, tanto en lo referente a las diferentes actividades que operan en este escenario como atendiendo a la diversidad de usuarios que utilizan este marco desde una perspectiva profesional o lúdica.
Este escenario obliga a atender, controlar y desarrollar las actividades propias portuarias desde la propia lámina de agua, dado la extensión del espacio a controlar, y la dificultad de acceder en todos sus puntos a la costa. Para ello, el nuevo dispositivo policial contará con una embarcación, denominada Río Piedras 1, que velará por el cumplimiento de las normas de navegación.
El ámbito portuario de la Ría del Piedras, adscrito en el año 2004 a la Junta de Andalucía, se extiende sobre 695 hectáreas repartidas entre los términos municipales de Cartaya y Lepe y compuestas por las zonas de El Terrón (puerto deportivo y club náutico), El Rompido (puerto del Rompido y Marina del Rompido SA), Punta de La Barreta, San Miguel-Los Pinos y Nuevo Portil.
De esta superficie, que linda en prácticamente su totalidad con espacios naturales protegidos de alto valor ecológico, aproximadamente 600 hectáreas pertenecen a la lámina de agua, con grandes implicaciones de carácter medioambiental y donde conviven embarcaciones profesionales dedicadas a la pesca, embarcaciones de transporte de pasajeros con destino a la flecha del Rompido y más de 1.500 embarcaciones náutico-recreativas repartidas en seis instalaciones náuticas.