El acusado descenso de las temperaturas que experimentamos con la llegada del invierno conlleva un notable incremento del uso de los sistemas de calefacción, braseros, radiadores y chimeneas. Sin embargo, estos aparatos y sistemas de calefacción, que nos ayudan a combatir las bajas temperaturas, pueden suponer un grave peligro de incendio si no se siguen unas pautas básicas de actuación responsable.
Por ello, desde el Consorcio Provincial contra Incendios y Salvamento de Huelva, Rafael Rodríguez, jefe del parque de bomberos Rivera Costa, situado en el término de Punta Umbría, nos ofrece en este vídeo los principales consejos para el correcto uso de sistemas de calefacción en invierno, así como una serie de recomendaciones encaminadas a evitar riesgos que puedan derivar en el origen de un incendio doméstico.
Estufas de aire caliente, de barras y de aceite
1. No recaliente calentadores eléctricos que funcionan con resistencia.
2. Respete la distancia necesaria entre aparatos calefactores y materiales combustibles de la vivienda (cortinas, manteles, colchas, ropa de camilla etc). No utilice nunca los aparatos calefactores para secar la ropa.
3. Tenga especial cuidado con las estufas catalíticas o de incandescencia. Los braseros de aceite o aparatos más modernos como los paneles de lana de roca o los emisores térmicos que se instalan en las paredes son más eficientes y mucho más seguros.
4. Utilice siempre una rejilla de protección en el caso de las estufas por incandescencia, muy típicas en las mesas de camilla.
Estufas de carbón o leña
Se recomienda encarecidamente erradicar por completo su uso, ya que emiten gases tóxicos que producen la muerte.
1. Es absolutamente imprescindible apagarlas por la noche, ya que son espacios donde no suele existir una ventilación adecuada.
2. Utilizar una rejilla de seguridad.
Chimeneas
La chimenea es uno de los principales focos de origen de incendios durante los meses de otoño e invierno. Antes de instalarla se deben inspeccionar los conductos de chimeneas del edificio, ya que pueden estar dañados o cerrados y producir fuegos interiores en las estructuras de madera del edificio.
Además, deben afianzar el perfecto tiro y evacuación de gases al exterior. De lo contrario, pueden producirse muerte por inhalación de monóxido de carbono. Por este motivo, es imprescindible deshollinar una vez al año.
Otra práctica habitual que hay que desterrar es la de encender la chimenea con líquidos inflamables como alcohol o gasolina, ya que corremos un alto riesgo de explosión.
Es necesario apagar la chimenea a la hora de dormir o cuando la casa vaya a quedarse vacía. Y, por supuesto, hay que utilizar una rejilla de seguridad y aislar el entorno de la chimenea de elementos combustibles.
En caso de verse inmerso en cualquier emergencia, no dude en llamar al teléfono 112. Es gratuito y puede contactar aunque no tenga cobertura, saldo o incluso sin tarjeta en el móvil. Estamos a su servicio 24 horas los 365 días del año.