Unos días antes de que el otoño se haga dueño y señor de estas tierras del bajo Guadiana, la misteriosa ciudad de Cacela Velha, en el vecino Portugal, celebra esa jornada poética que une a poetas de una y otra margen del Guadiana.
“Poesía na rua”, una invitación a la fantasía, los sueños y la declaración de principios de todos los sentidos, para gentes venidas del Algarve andaluz y portugués.
Un pequeña colección de casas típicamente lusas, de fachadas personales y luciendo cenefas de colores sobre puertas y ventanas. Como ya decía Serrat, allí junto a las pocas casas, el cementerio que mira al mar, la iglesia y el castillo que custodia la Guardia republicana. Y sobre la pared del antiguo cementerio, una cerámica que recuerda al insigne poeta caceleño de principios del 1000, y que dejó sus versos esparcidos por tan precioso lugar. Ibn Darraj al-Qastalli, “ Extiende las nubes de tu manto / y abre tus pies / sobre los lugares donde jugué/ en mi infancia. /.
En esta edición, la hora establecida para el comienzo de las actividades fue las 3.30 de la tarde. Podíamos ver a los más pequeños jugando, buscando poemas por los rincones o colocándolos como ropa tendida a secar en el centro de la plaza. Una colección indefinida de poesía visual como si de una acción poética se tratara. Con rigor y seriedad, pudimos presenciar la presentación de poemarios “ Muestrario de títulos para poemas “,o “ Antes de la iluminación”.
Adriana Freire, moderó el debate sobre “ Una geografía para cada poesía”. El grupo musical Biopsi, casó poesía y música. Una mesa redonda “ Editar poesía en el Algarve” con representantes de las editoras Lua de Marfil / Cuatro Aguas/ Mariposa Azual/ Canal Sonora y Arandis.
Mesa redonda de los Poetas del Guadiana para exponer su experiencia en los estos cinco años de recorrido, con los muchos poemarios publicados y las muchas actividades celebradas a lo largo y ancho de esta costa atlántica que une dos países . Un movimiento poético que despierta interés por su enorme capacidad de trabajo transfronterizo. La charla, dio paso a una procesión a la que le abría paso el trombón de Joao Bartolomeu y que acompañaba a los poemas que se iban recitando por las viejas calles. Y todo ello, como dejando paso a la noche, que en esta villa perdida en los siglos se hace sumamente especial, para que el Jam poético repartiera versos a los pies de una luna muy especial.
Una jornada especial que año tras año convoca a poetas, amantes de la poesía y enamorados de este bello paraje, capaz de transportarnos en el tiempo y dejarnos por unos instantes flotando sobre nubes de algodón. “Poesía na rua”es ya una cita obligada y una nueva ocasión de recargar nuestros sentidos en las puertas de este otoño que se divisa por el horizonte.