Los rumores sobre el abandono del exterior de la sede donde se encuentra la Delegación Municipal de Medio Ambiente, que dirige la segunda Teniente de Alcalde y socia del tripartito, Montserrat Márquez (Ciudadanos por Isla), eran insistentes, aunque los andalucistas nunca llegamos a suponer hasta qué grado de dejadez hablaban.
Es peor de lo que nos imaginábamos y a las fotografías nos remitimos. Toda la zona circundante del edificio está en un total e inexplicable abandono. Los parterres que contenían las especies autóctonas de la zona se han secado por la falta de riego y los árboles que quedan se mantienen por sí solos, la valla perimetral ha desaparecido casi por completo y las malas yerbas crecen a sus anchas.
Recordemos que durante la legislatura anterior, La Casita Azul recibió una importante inyección económica, gestionada por un concejal andalucista, que remodeló por completo el edificio y sus contenidos, todo publicitado en internet, con página web propia, entre otras, para divulgar lo que allí se hacía, por quienes se hacía y a quienes iba dirigido.
Una de esas remodelaciones se realizó en el exterior del edificio, un recinto de unos 2.000 metros cuadrados que se valló con madera tratada medioambientalmente, se plantó una representación de la flora local, como higueras, jara, romero, pinos y otras, tituladas con letreros que describían las especies. Se dedicó personal municipal a su mantenimiento y conservación, con el fin de ir aumentando, de forma progresiva, este nuevo patrimonio natural.
Todo esto se ha perdido. Ya no queda nada, a excepción de algunas maderas que aguantan el inoxerable paso del tiempo, hasta que caigan por sí solas o sean pasto de los vándalos. La mayoría de las plantas ya no están, los árboles muriendo y quedando las zonas acotadas para tal fin vacías y llenas de yerbajos. Los medios informativos propios creados en internet fueron cerrados hace tiempo. Colegios enteros, de Isla Cristina y otros municipios cercanos la visitaban y recibían clases didácticas sobre el terreno, los turistas conocían nuestro patrimonio y otros ayuntamientos copiaban la fórmula de gestión. Ya nada de esto se puede hacer porque lo que se enseñaba, ya no está.
Los andalucistas isleños, que tanto interés pusimos en rescatar el edificio, rehabilitarlo y darle contenidos, no entendemos cómo se puede abandonar de esta manera una infraestructuras que sumaba en el patrimonio natural de Isla Cristina, máxime cuando Montserrat Márquez, en cada pleno, nos llega con mociones solicitando subvenciones a todos los estamentos y administraciones, para todo tipo de proyectos, que luego no se materializan o son rechazadas, y aún no haya pedido ninguna para ésta. Márquez se aferra a discursos muy bien construidos pero vacíos de contenido, bonitas palabras y nada más; cómplice de un E.R.E. que despidió a un técnico, que formó parte del rediseño del edificio, y a un peón que cuidaba lo que ahora está abandonado a su suerte; pero que continúa, ella y su grupo, manteniendo en el sillón a la alcaldesa, con el único objetivo de subsistir económicamente y terminar la legislatura percibiendo un importante sueldo mensual.