El Tribunal Supremo ha sancionado a un sargento de la Guardia Civil por cometer tres faltas graves al acudir, una vez finalizado su servicio, a un prostíbulo de Ayamonte conduciendo un coche oficial que tenía asignado y ebrio.
Los hechos se remontan a diciembre de 2011 cuando el sargento, con destino en la compañía de la Policía Judicial de Moguer, sin autorización, se desplazó hasta la sala de fiestas y pretendió entrar en ella mostrando su placa y sin pagar entrada. Tras una fuerte discusión con el portero del establecimiento, éste procedió a llamar a la policía para comunicar lo ocurrido.
La Guardia Civil de la Compañía de Ayamonte, fue la encargada de acudir hasta el local donde le requirieron la documentación al sargento y le invitaron a bajar del vehículo oficial para someterle a una prueba de alcoholemia, a lo que en todo momento éste negó al tiempo que insultaba al Capitán de la Compañía.
El Alto Tribunal ha ratificado la sentencia de fecha 3 de febrero de 2016, dictada por el Tribunal Militar Central, y recurrida por el sargento, al que considera autor de tres faltas graves. Por estos hechos, le impone las sanciones de pérdida de 28 días de haberes con suspensión de funciones, además de considerar probado todo lo ocurrido.