Después de tres intensos días de romería, desde que en la tarde-noche del viernes miles de leperos mostraran su enorme devoción hacia la Virgen de la Bella en forma de flores, la Patrona de la localidad puso en la tarde de ayer el broche de oro a la fiesta con una multitudinaria y emotiva procesión que recorrió las calles del recinto romero y que fue seguida por miles de fieles.
Los cohetes, el tamboril, los sentidos vivas a la Virgen y, sobre todo, el popular ¡Bella guapa, Bella guapa!, han sido los sonidos que han acompañado en todo momento a una comitiva que partió a las siete de la tarde desde el santuario de la Bella, para recorrer por segundo año consecutivo prácticamente todas las calles del recinto romero lepero. El año pasado la Virgen procesionó por el también conocido como Cabezo de la Bella con motivo del cincuentenario de la romería, mientras que en esta ocasión el acto ha respondido a las obras que actualmente se ejecutan en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, lo que ha imposibilitado que la imagen de la Patrona fuese trasladada ayer lunes, como es habitual, hasta el templo lepero, teniendo que quedarse en su ermita del recinto romero.
La tarde fue cayendo mientras la Patrona recorría lentamente, pero con paso firme y a hombros de los leperos, las calles Ermita, Recinto Romero, Deblas, Livianas, avenida del Flamenco, Jóvenes de Acción Católica de Lepe, Mineras, Marino Santana Martín, Recinto Romero, Carretero Francisco Mena, y avenidas del Flamenco y del Cincuentenario de la Romería. Concretamente tras este punto, aproximadamente en el ecuador de la magna procesión, la Virgen visitó, a diferencia del año pasado, el Puerto del Terrón, en un guiño al camino de regreso que no pudo efectuarse esta edición de la romería.
Fue una visita muy emotiva, en la que la Patrona se asomó al río Piedras, a sus marismas y, en definitiva, a sus propios orígenes, para proseguir a continuación recorriendo la avenida del Cincuentenario de la Romería, Francisco Rodríguez Aguaded, Soleá, Bulerías, Tientos, Martinete, Malagueñas, Tarantos, Tientos, Alboreá, plaza Francisco Pérez Paz, Milonga, Alboreá, Camino de la Bella, Carretero Pepe Moreno, Tientos, Camino de la Bella, Rematantes Hermanos Mario, recinto Romero y entrada en la ermita, lo cual se produjo bien entrada ya la noche.
Atrás quedaron tres días de fiesta y devoción, en la que poco, o nada, ha importado a los leperos los cambios motivados por las obras de reforma de la parroquia como la celebración de la ofrenda de flores en la tarde-noche del viernes en el recinto romero en lugar de en el municipio, como es habitual; o el hecho de que la imagen de la Bella no presidiese, como todos los años, la peregrinación de la tarde del sábado entre el casco urbano de Lepe y el recinto romero del Terrón, siendo sustituida de forma extraordinaria por su simpecado y por la imagen popularmente conocida como ‘Virgen Chiquita’. Y es que todos los actos han sido multitudinarios e igualmente emotivos y vistosos.
El domingo los cultos más destacados fueron la tradicional Misa de Romeros a las doce del mediodía en la Ermita, y una segunda misa en el mismo emplazamiento a las ocho de la tarde. La jornada concluyó con el rezo del Santo Rosario por el recinto romero a partir de la media noche.
Destacar que la edición de este año de la romería lepera ha estado marcada por una excelente climatología, a diferencia del año pasado, cuando la lluvia hizo acto de presencia desluciendo algunos cultos y actos, a pesar de lo cual la asistencia de fieles fue igualmente multitudinaria
Un vecino paga 25.000 euros por tener un año en su casa el pendón de la Bella
Como cada año, uno de los actos más llamativos y emotivos de la Romería de Lepe en honor a la Virgen de la Bella fue la subasta de su pendón, lo cual tuvo lugar en la ermita del Terrón bien entrada la noche del sábado. En la misma, que contó con una masiva afluencia de personas, un vecino de la localidad, Manuel Mora, se comprometió a pagar 25.000 euros para poder tener en su casa hasta la edición del año que viene de la fiesta el pendón de la Virgen, la única réplica oficial de la Patrona de Lepe, que se subasta cada año con motivo de su romería.
Mora cerró una puja que se inició cuando terminó el multitudinario camino de ida de la romería, en el que miles de leperos acompañaron al simpecado de la Virgen y a la conocida como Virgen Chiquita, en su peregrinación entre el casco urbano de Lepe y el recinto romero. Y es que este año la fiesta está condicionada por las obras en la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, que ha hecho que la imagen de La Bella no haya presidido el camino junto a los romeros, sino que los haya esperado en su propia ermita.
Los 25.000 euros de este año, a pesar de ser una cifra alta, están aún por detrás del récord que tiene esta tradicional subasta, que en 2006 fue cerrada en 30.000 euros, cifra que se repitió en 2009.
La subasta del pendón es abierta por los rematantes de la edición del año anterior, y son muchas las personas que pujan por llevarse a casa este icono, la única réplica oficial y bendecida de la Virgen de la Bella, una imagen que, según la leyenda, fue encontrada por unos pescadores cerca de donde hoy se celebra la romería, hace más de 500 años.
La puja ha llegado a tener tanto seguimiento que en la edición de 2007 ya fue abierta con un precio de salida de 12.000 euros.
Cerrar la subasta da derecho a los rematantes a tener en su casa el pendón durante todo un año, hasta la romería siguiente, así como a presidir los actos oficiales que celebre la Hermandad de Nuestra Señora de la Bella a lo largo de todo el año, cuando también es llevado a las casas de aquellos vecinos que lo solicitan, sobre todo personas enfermas que lo reclaman para tenerlo en sus domicilios durante unas horas.