La Virgen del Carmen de El Rompido bendice las aguas del Piedras

Este domingo han concluido las fiestas que en honor a la Virgen del Carmen se han celebrado en El Rompido a lo largo de todo el fin de semana. Y lo ha hecho a lo grande, con la imagen de la Patrona de los Marineros surcando la ría del Piedras a bordo de una embarcación pesquera, en el marco de la tradicional procesión que cierra estas populosas fiestas de la costa onubense.

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En la estampa no faltaron, como cada año, decenas de embarcaciones tanto de pesca, como de recreo, que engalanadas para la ocasión y haciendo sonar sus sirenas flanquearon al buque en el que la Virgen Marinera recorrió la ría hasta poco antes de la zona del Caño de la Culata.

La procesión partió a las cuatro de la tarde horas desde la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen de El Rompido, de la que sacaron a hombros a la Virgen los familiares de los hermanos mayores de este año, Francisca Márquez de la Rosa y su bisnieto Cristian Gutiérrez López, con solo un año de edad, y otros miembros de la hermandad.

Tras recorrer la principal calle que atraviesa el núcleo costero, la Virgen pasó bajo los dos faros de El Rompido, dejando otra de las postales del recorrido tanto a sus devotos, como a los miles de visitantes y turistas que cada año se dan cita en torno a la vistosa procesión.

La comitiva avanzó posteriormente hasta el embarcadero del muelle pesquero a hombros de las mujeres de los marineros. Allí fue embarcada a bordo de un buque pesquero, dejando en la retina de todos, otro de los momentos más emotivos del recorrido. Una vez en el barco, navegó como es tradicional por la ría del Piedras, hasta poco antes de la altura del Caño de la Culata, donde recibió la tradicional ofrenda floral para después emprender el regreso.

Una vez concluido el recorrido en barco, y de nuevo en El Rompido, la Virgen siguió visitando sus calles acompañada de miles de devotos y visitantes, que no pararon de gritarle vivas, vitorearla, cantarle y arrojar pétalos de flores a su paso. El sonido de los cohetes y los sones de la banda Cristo de la Misericordia de Lepe, que acompañó musicalmente la comitiva, completaron la marinera estampa estival, marcada por una tarde ventosa y por la pleamar del momento.

Pasadas las nueve de la noche y coincidiendo con los últimos rayos del sol, tuvo lugar un año más la tradicional subasta de la vara de hermanos mayores 2018-2019 en la céntrica Plaza de La Sirena.

Previamente, a las once de la mañana de ayer domingo, tuvo también lugar la Función Principal en honor a la Patrona de los Marineros en forma de misa flamenca. Dicho acto tuvo lugar en la parroquia de su mismo nombre, contando con actuaciones flamencas.

Las fiestas arrancaron oficialmente a primera hora de la noche del viernes con el tradicional pregón de exaltación a la Patrona de los Marineros en la Plaza de La Sirena, que este año corrió a cargo del prestigioso arquitecto catalán Jordi Querol, muy vinculado al Rompido después de llevar pasando en dicho enclave los últimos cuarenta veranos.