La Universidad de Almería está liderando un importante proyecto que busca resolver uno de los grandes retos de la agricultura local: el uso sostenible del agua. En colaboración con la Cátedra Aqualia del Ciclo Integral del Agua, la universidad está trabajando en el proyecto europeo Phoenix, que tiene como objetivo convertir aguas residuales en un elemento apto para el riego agrícola de forma segura y eficiente.
Este proyecto, enmarcado en el programa europeo LIFE, cuenta con un presupuesto de más de 3 millones de euros y un consorcio internacional liderado por Aqualia, en el que participan 8 entidades, entre ellas la Universidad de Almería y la Diputación Provincial de Almería.
Junto a este proyecto, la universidad también colabora en Climate Farm Demo, un proyecto panaeuropeo de 7 años de duración que tiene como objetivo apoyar a los agricultores para mejorar su resiliencia frente a las dificultades climáticas. La Cátedra COEXPHAL-UAL en horticultura, estudios cooperativos y desarrollo sostenible, dirigida por Cynthia Giagnocavo de la UAL y Coexphal, participa en este proyecto junto a otros 80 socios de toda Europa.
En este sentido, el equipo del proyecto Climate Farm Demo está promoviendo prácticas de agricultura climáticamente inteligente en 28 países europeos, incluyendo España. En Almería, se ha creado un espacio de innovación conocido como ‘Living Lab’ en el que se utiliza tecnología de ósmosis inversa para la desalinización del agua y su posterior uso en el riego agrícola.
Durante la jornada conmemorativa del Día Mundial del Agua, se presentaron ambos proyectos y se abordaron temas importantes relacionados con el agua como la desalinización y la regeneración. La jornada finalizó con una visita guiada a los Depósitos de Agua de Santa Isabel, que datan de 1888.
Gracias a estos proyectos, la Universidad de Almería está liderando iniciativas para resolver los problemas relacionados con el uso del agua en la agricultura local. Con la colaboración de diferentes entidades y la implementación de tecnologías innovadoras, se busca convertir las aguas residuales en un recurso valioso y seguro para el riego agrícola, contribuyendo así a un uso más sostenible de los recursos hídricos.