La ermita de Consolación de Cartaya acogió en la tarde de este martes el acto de toma de posesión de la nueva Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora de Consolación de la localidad costera, la cual encabeza la hermana Carmen Romero Toscano y que resultó elegida en el cabildo extraordinario de elecciones celebrado el pasado día 29 de julio.
Los hermanos que acompañan a Romero como hermanad mayor en la nueva Junta de Gobierno durante los próximos años son Manuel Pérez Beltrán como teniente de hermano mayor; Cristina Rodríguez Domínguez como secretaria primera; Gonzalo Navarro Ambrojo como secretario segundo; Dolores Ríos Vázquez como tesorera; Tomás Pastor Sáenz como vocal de culto y espiritualidad; Dolores Pérez Sierra como vocal de caridad y relaciones fraternas; Josefa Pereles Aguilar como vocal de formación; Juan Villegas Vázquez como vocal de juventud; Francisco José Navea Pérez como vocal de manifestaciones religiosas públicas; Manuel Ponce Jurado y Rafael Álvarez González como priostes primero y segundo, respectivamente; y Elías Palacios Gómez Francisco Díaz Vázquez y Mª Leonor Santos Palma como vocales primero, segundo y tercero de actividades apostólicas, respectivamente.
La toma de posesión se desarrolló en el transcurso de la solemne eucaristía que la hermandad cartayera celebró en su ermita en honor a la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Siempre Virgen María, en la que ocupó la Sagrada Cátedra el párroco de Cartaya y director espiritual de la hermandad Manuel Domínguez Lepe, y fue concelebrada por el sacerdote y hermano José Ramos Ramos.
La capilla musical corrió a cargo del Grupo de Cámara Santa Cecilia, que interpretó un escogido repertorio musical, en el que destacaron las Coplas a la Inmaculada de Miguel del Cid, así como los Gozos en honor a la Santísima Virgen de Consolación.
Acompañaron a la hermandad en la eucaristía representantes de la corporación municipal, así como de hermandades y grupos parroquiales y un importante número de hermanos y devotos de la Virgen de Consolación, que hicieron que la ermita quedara pequeña.
Una vez concluida la eucaristía fue bendecido por el párroco el tradicional Nacimiento que anualmente instala la hermandad en la ermita, pasando a continuación todos los asistentes a disfrutar de una agradable merienda de convivencia.
