No todos los días tenemos la oportunidad de ver como un periódico cumple 100 años, y menos un rotativo eminentemente local, sobre todo en los tiempos que corren, en los que al reto de superar los innumerables obstáculos que para cualquier actividad empresarial supone la crisis económica, se una el de afrontar, para una edición en papel, el vertiginoso avance de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.
Pero La Higuerita de Isla Cristina lo logró en 2015, pasando a formar parte del selecto y exiguo grupo de periódicos centenarios, no sólo de la comunidad autónoma andaluza, de la que es el cuarto atendiendo a su antigüedad, sino de toda la geografía nacional.
El rotativo isleño vio la luz por primera vez un 13 de febrero del año 1915 de la mano de sus seis fundadores: Juan Bautista Rubio Zamorano, Jaime Casanova Mirabent, F. Cervantes de la Vega, Manuel Bermúdez, Tomás Berasaluce y Tomás Pérez Roméu. Un grupo de personas de la localidad costera, con grandes inquietudes intelectuales, que según su editor hasta hace poco más de un año, Rafael López Ortega, “se marcaron como principal objetivo defender, sin ánimo de lucro, los intereses generales de la población isleña”.
Poco tiempo después sólo quedó al frente de la publicación, como editor y director, Juan Bautista Rubio Zamorano (Isla Cristina 1887-1968), “un idealista hombre de izquierdas”, que asumió tal responsabilidad ante las dificultades económicas que algunos socios tenían para seguir con sus aportaciones, y ante la poca perseverancia que éstos prestaban al periódico. De este modo Juan Bautista Rubio permaneció editando y dirigiendo en solitario La Higuerita hasta su fallecimiento en 1968 con la “gran formación autodidacta” que poseía y “desde la obsesión que tenía por defender los intereses generales de Isla Cristina, sobre todo por amor a su pueblo”. Su compromiso con Isla Cristina le acompañó hasta sus últimos días, implicándose en multitud de actividades culturales en favor de la ciudad.
Pero no todo fue un camino de rosas, como en cualquier iniciativa que se sostiene en el tiempo tantos años, y a lo largo de su dilatada historia, La Higuerita sufrió numerosos vaivenes, sobre todo relacionados con la política “dado que su línea editorial fue siempre consecuente con el pensamiento de su editor”. Ya en 1916 fue clausurado por el Ayuntamiento isleño debido a la hostilidad de la publicación con el mismo al no compartir las decisiones municipales, a lo que hizo frente editándose desde la capital onubense algunos números “hasta que la situación se relajó”. Durante el periodo de la Guerra Civil 1936-39, Juan Bautista Rubio padeció los rigores de la situación política, hasta el punto de que incluso su vida corrió peligro. Las dificultades no cesaron con la posguerra, época durante la que, por ejemplo, el cupo de papel que oficialmente tenía asignado para la edición no lo recibía, como igualmente el periódico fue sometido a la censura previa hasta aproximadamente el año 1960.
Es importante subrayar las dificultades, o negativa, para recibir cupo de papel, ya que este hecho obligó al editor a imprimirlo en aquel que podía conseguir por otras vías y de cualquier parte, por lo que los ejemplares que se conservan de aquella época varían notablemente tanto en su color, como en su gramaje.
Superando un obstáculo tras otro, en los años cuarenta La Higuerita ya se convirtió en el decano de la prensa onubense, permaneciendo desde entonces, y hasta nuestros días, publicándose de forma ininterrumpida. Un hecho que le coloca como cuarto periódico andaluz por antigüedad, tan sólo precedido del Diario de Cádiz, El Correo de Andalucía y La Opinión (de la localidad cordobesa de Cabra), aunque esta última ha quedado actualmente reducida a edición impresa mensual y digital.
Al entrar en vigor en 1966 la Ley de Prensa e Imprenta (o ‘Ley Fraga’), el entonces ministro del ramo, Manuel Fraga Iribarne, le eximió de la obligatoriedad de tener que estar titulado para ejercer la dirección del periódico al conocer las particularidades de la publicación y el esfuerzo altruista que suponía a su editor la edición.
Entre sus páginas aparecen noticias relacionadas con Blas Infante, el ‘Padre de la Patria Andaluza’ y el ideólogo del denominado andalucismo político, redactadas durante su estancia como notario en Isla Cristina, o sobre políticos relevantes a nivel provincial. No obstante, su información básica siempre se mantuvo muy fiel a su carácter local y a su apertura a cualquier tipo de colaboración literaria, destacando en este sentido durante muchos años los escritos publicados en sus páginas por el catedrático y filosofo Ángel Rodríguez-Bachiller, otro hombre de izquierdas que sufrió las vicisitudes propias de la situación política a partir de la Guerra Civil.
Tras el fallecimiento de Juan Bautista Rubio Zamorano, en 1968, siguió como editor y director de la ya veterana publicación su hijo, Juan Bautista Rubio Milá, que mantuvo la línea de su progenitor y quien en agosto de 1985, ante las dificultades económicas para proseguir con la edición, anunció su cierre. Una noticia sin duda triste para los numerosos isleños que, repartidos por todo el mundo, dejarían de recibir la tan ansiada carta semanal que sobre su pueblo suponía para ellos La Higuerita, y el único hilo que muchos mantenían con su tierra natal.
Fue entonces cuando inmediatamente otro isleño, Rafael López Ortega (su editor hasta hace poco más de un año), residente en Madrid y colaborador periodístico de La Higuerita desde los años 50, además de hombre con una intensa relación afectiva con la familia de Juan Bautista, decidió dar el paso y hacerse cargo de la cabecera, contando para ello con la colaboración de varios miembros de Radio Isla Cristina, en la captación de anunciantes y suscriptores.
Su principal objetivo fue entonces “evitar que desapareciera” La Higuerita, por lo que asumió el reto de la continuidad de la edición siguiendo su espíritu inicial de que fuese una publicación “sin ánimo de lucro”. Permaneció al principio como editor, para pasar posteriormente también a asumir la dirección de la publicación, en este caso gracias a la incorporación de las nuevas tecnologías. También fue “clave” en esa etapa de La Higuerita bajo la dirección de López Ortega, según él mismo señala “un buen equipo de colaboradores que fue alternándose desde un principio y hasta la actualidad”. No obstante, y a pesar de todo ello, la edición obligaba al director a “continuos desplazamientos de Madrid a Isla Cristina para seguirlo de cerca, participando activamente de su confección”.
REPERCUSIÓN
La Higuerita cuenta con lectores isleños, o amigos de Isla Cristina, en un total de 14 países, muchos de ellos europeos, que forman parte de su millar de suscriptores, algunos con una antigüedad de más de medio siglo. También se envían ejemplares a suscriptores en Turquía, Australia, Estados Unidos, y otros países donde residen isleños, así como en las distintas comunidades autónomas españolas. Desde hace unos ocho años tiene también una edición digital en internet – HYPERLINK «mailto:periodicolahiguerita@hotmail.com» periodicolahiguerita@hotmail.com-.
Su economía, según López Ortega, es “modesta” y sus únicos ingresos son prácticamente las suscripciones y los anunciantes locales, “éstos más por colaborar al sostenimiento de la histórica publicación, que por necesidad publicitaria”.
ARCHIVOS QUE GUARDAN UN SIGLO DE HISTORIA
Los fondos de hemeroteca propia de La Higuerita, que guardan un siglo de la historia de Isla Cristina, están considerados como una “importante fuente por investigadores nacionales que acuden a lo largo del año en busca de datos sobre la localidad o la comarca” asegura López Ortega. En este sentido en 2013, recogiendo la petición del Ayuntamiento isleño, la Diputación de Huelva digitalizó sus fondos, que se han puesto a disposición de quien desee consultarlos.
PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS
A lo largo de su ya dilatada trayectoria, La Higuerita ha sido reconocida en numerosas ocasiones por el Ayuntamiento isleño como “la más importante seña de identidad de Isla Cristina” y, aunque económicamente no ha podido ayudarla, “sí ha tenido reiterados gestos de reconocimiento a su labor dedicándole una calle, el nombre del Centro Cultural Polivalente a su fundador, y por último en 2009 dando al nuevo Centro Cultural Municipal el nombre de su actual editor y director Rafael López Ortega.
También la Asociación de la Prensa de Huelva ha reconocido su labor y en 2006 le otorgó el Premio ‘Ángel Serradilla’, así como en 2009 la Junta de Andalucía el Premio Huelva-Junta y en 2014 la Diputación de Huelva una Medalla de Oro de la Provincia.
La Higuerita sufrió otro drástico cambio hace ahora poco más de un año, cuando Rafael López Ortega, por motivos personales, decidió dejar de ser editor y director del periódico, cogiendo el testigo otro isleño, Esteban Magaz, al frente del colectivo creado para salvar y mantener la publicación: La Asociación de Amigos de La Higuerita.
En reconocimiento a la importancia de dicha publicación, HuelvaCosta.com ha reunido a su más inmediato pasado, Rafael López Ortega, y al presente y futuro del periódico, su actual director Esteban Magaz, con quienes ha conversado sobre tan simbólico rotativo para Isla Cristina.