La delegación de Huelva de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) presentó el pasado día 4 de octubre un escrito al Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva en el que solicita la apertura de una investigación interna con motivo de los actos que se van a realizar en el Puesto de Cartaya para la festividad de la Patrona del Cuerpo, la Virgen del Pilar.
En dicho escrito según ha indicado la AUGC en un comunicado, se pone en conocimiento de la Comandancia “una serie de noticias” que han estado llegando a la Asociación, relacionadas con las órdenes impartidas por el jefe de dicho puesto en relación con los actos a celebrar. Según prosigue la nota, “en un principio se comunicó a los guardias civiles que solo se iba a celebrar el acto oficial de la patrona (misa y copa de vino español) para las autoridades, aunque se especificó que cada guardia, si quería asistir, tenía que pagar 10 euros, asimismo se prohibió la celebración de la Patrona por medios propios, no pudiendo llevar el uniforme a la comida que ellos mismos pudieran organizar ante la falta de actos conjuntos de todo el puesto”.
Según la nota, los propios guardias tuvieron conocimiento de que “a pesar que no se iba a celebrar actos de la Patrona salvo el oficial, el jefe del puesto tenía contratada una comida para 90 comensales, invitados en un restaurante, habiendo acordado con el propietario del mismo que iba a aportar comida y bebida de los regalos que se habían recibido, así como otras cuestiones como una orquesta en la feria, garbanzada etc, pero sin habérselo comunicado a todos los guardias del puesto, solo algunos serían los afortunados”.
Una vez puestas en conocimiento del jefe de la Comandancia las noticias recibidas, el jefe del puesto de Cartaya “puso dos listas en el tablón de anuncios de la unidad -señala la AUGC-, una para que se anotaran los guardias que querían participar en el acto oficial, ahora sin pagar los diez euros, y otra para una comida a celebrar el día 10, pero evidentemente los guardias ya tenían contratada la comida con un restaurante y nadie quería participar en unos actos a los que no habían sido invitados, salvo después de presentar el escrito de AUGC Huelva y con el fin de justificar que se habían puesto las listas pero nadie quería participar”. Ante esto, el jefe del puesto “ordenó a un guardia de puertas que llamara a todos los guardias del puesto y que les preguntara si querían participar en la Patrona, pidiendo a este guardia que le diera una relación por escrito y firmada de las llamadas, evidentemente para justificar que no ha querido asistir casi ningún guarida a la festividad de la patrona, sin hacer mención a que ha sido este jefe el que ha creado todo el problema comunicando a los guardias que no se iban a celebrar los actos conjuntos y solo el acto oficial y pagando”.
Según explica finalmente la AUGC, “la celebración de la Patrona de la Guardia Civil en los puestos se hace con el dinero que aportan los propios guardias civiles, los ciudadanos, las empresas y otras donaciones, incluso de dinero, porque la Dirección General no aporta prácticamente nada para dicha celebración, en la mayoría de las ocasiones son los propios guardias los que sirven a los ciudadanos que entran en el cuartel o que son invitados a dichos actos, por lo que, si en un puesto no se celebran estos actos, se celebran los oficiales solamente, o se realizan otros donde no son invitados todos los guardias, como es lógico se desconoce el destino que se le dan a estos regalos”.
Por este motivo AUGC Huelva ha solicitado al jefe de la Comandancia “que se realice una investigación interna en la que se depuren las responsabilidades que hubiera lugar, no descartando la presentación de una denuncia judicial para averiguar el destino dado a los regalos recibidos en el puesto de Cartaya, tanto de comida como de bebida y dinero”.
Con más de 30.000 afiliados, AUGC es la decana de las asociaciones profesionales y la mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil. Cuenta con representación en todo el territorio español, en cada una de las unidades y especialidades del Cuerpo y viene liderando el movimiento asociativo desde la llegada de la democracia, cuando nació como un sindicato clandestino. Su lucha por la democratización y la desmilitarización de la institución le valió en 2010 el Premio Nacional de Derechos Humanos que concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (Apdhe).
