IU Ayamonte muestra su repulsa a la instalación de nuevos sacos de arena en Isla Canela

La naturaleza manifiesta su poder a diario por todos los lugares del planeta, eso lo vemos diariamente en los medios de comunicación. Sin embargo, la fuerza que ejerce sobre la playa de Isla Canela la vemos directamente, en vivo y en directo. El continuo movimiento de las mareas hace años que está incidiendo de manera negativa en el perfil de nuestra playa, y curiosamente la zona más afectada es la que se destinó para uso y disfrute del turismo, quedando claramente cada vez más acotada y reducida e incluso poniendo en peligro aquellas construcciones que, de manera pretenciosa se realizaron, quizás, demasiado cerca del mar.

Con el objetivo de poder seguir disfrutando de tan maravilloso entorno natural y no ver mermada la afluencia de turismo, el Ayuntamiento de Ayamonte manda de nuevo un S.O.S. urgente a la Dirección General de Costas para que con su “artillería pesada” nos coloque por segundo año consecutivo nuestro particular “muro de la vergüenza” formado por unos horribles e inútiles sacos de plástico de color blanco (se pueden contar por centenas) como los que se pusieron el año pasado, que aún hoy pueden verse regados por toda la orilla hasta la desembocadura del Guadiana, dando una imagen lastimosa y lamentable de nuestra playa, lo que demuestra la falta de sensibilidad para con tan bello paisaje, obviando además el peligro implícito que conlleva en el día a día de la fauna marina y terrestre.

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Tampoco debemos olvidar que al tratarse de un organismo público, los costes empleados en semejante despropósito están pagados con el dinero de la ciudadanía, por lo que estimamos oportuno exigir a quien haya tenido la genial idea de permitir y decidir repetir esta operación tan nefasta que deja en evidencia los pocos recursos y la ineptitud del personal técnico de dicho organismo, a que paren de inmediato dicha actividad y no se vuelva a repetir, ni en un futuro próximo ni en un futuro lejano.

Desde IU queremos dar a conocer al pueblo nuestra más firme repulsa y rechazo ante semejante tropelía contra la Naturaleza por no haber valorado otra posible solución menos dañina para un paraje natural de tanta valía y por haber actuado con la prepotencia de quien se cree poseedor de la tierra y no al contrario.