Expulsan a tres alumnos en Cartaya por grabar a profesores e insultarlos en las redes sociales

Grababan en horario de clase a los docentes para colgar las imágenes en una conocida red social con comentarios “jocosos” e “insultantes” hacia ellos

Un total de tres alumnos del Instituto de Educación Secundaria Sebastián Fernández de Cartaya han sido expulsados temporalmente y por un periodo de dos semanas del centro por grabar durante las horas de clase a varios profesores para colgar posteriormente las imágenes en una conocida red social con comentarios “jocosos” e “insultantes” hacia los docentes.

Así se desprende de la circular que el claustro de profesores de dicho centro remitió hace unos días a todos los padres de alumnos del instituto cartayero, y a la que ha tenido acceso este periódico, en la que los docentes ponen en conocimiento de las familias estos “lamentables sucesos” derivados del “mal uso” de los teléfonos móviles y redes sociales “por parte de algunos alumnos”, y en la que sobre todo les piden colaboración para “atajar este tipo de actos”.

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Según explica la misiva, hace unos días los profesores detectaron grabaciones y fotografías “ilícitas” tomadas “dentro de las aulas” por “algunos alumnos” durante “varias sesiones lectivas”, las cuales “fueron subidas a Internet”. En dichas imágenes, según prosigue, aparecen tanto compañeros de clase como profesores, y las mismas han sido “difundidas sin consentimiento” de los afectados en las redes sociales, “haciendo un uso jocoso de ellas con comentarios insultantes”.

En este sentido, y según fuentes del propio claustro consultadas por este periódico, la red social a la que los alumnos subieron las imágenes fue sobre todo Instagram, y en ellas, por ejemplo, se hacen incluso comentarios “jocosos” de un profesor por poseer una discapacidad física. Estas mismas fuentes también han señalado que las imágenes fueron subidas en su gran mayoría mediante un sistema “de carácter efímero”, por lo que tras un determinado periodo de tiempo “se borran y no dejan rastro”. No obstante, concluyen, los docentes han detectado que tras la expulsión de tres alumnos y el envío de la misiva a los padres “los alumnos responsables de los hechos han procedido a borrar todo lo subido”.

En la carta remitida a los padres, los docentes del instituto cartayero muestran la “indignación y vergüenza” que siente todo el claustro por lo acontecido, así como les recuerda que el apartado 16 del Reglamento de Organización y Funcionamiento –ROF- del instituto “prohíbe traer el teléfono móvil al centro”, y aunque en las Normas de Convivencia de la Agenda tal prohibición “solo hace referencia a la utilización y exhibición” de dicho aparato, concluyen que “prevalece la norma” del ROF “tal y como se les hace saber en la reunión informativa de tránsito y en la que se celebra con los tutores celebrada cada mes de octubre”.

También informa el claustro que hasta el momento los móviles detectados han sido retirados por el equipo directivo del centro, como recoge el ROF, aunque en base a los sucesos acontecidos no descartan adoptar medidas “más contundentes” y hasta incluso “legales” destinadas a “salvaguardar la intimidad y el honor de nuestros alumnos y alumnas y del profesorado”.

Los profesores también manifiestan ser conscientes de la dificultad que tienen los padres en muchos casos para “controlar todas las actuaciones de sus hijos e hijas, y más cuando existen tecnologías que permiten eludir el control parental”. Es por ello por lo que lamentan tener que poner en conocimiento de los progenitores a través de una circular que “algunos de sus hijos e hijas dedican su tiempo de estudio a grabar a compañeros e insultar a profesores cuando éstos están realizando su labor profesional”, una actuación “tipificada como acto delictivo en el Código Penal” advierten.

Pero lo más sorprendente, según también expresan los profesores en su carta, es que muchos de los alumnos “afirman haberlo hecho alguna vez”, considerándolo incluso como algo “normal”, así como que los tres alumnos expulsados por el momento durante quince días del centro “han tenido mala suerte”.

También recuerdan a los progenitores que el uso del móvil y las redes sociales por parte de los menores es “responsabilidad” de ellos, siendo por ello por lo que les piden colaboración y controlen su uso “antes de que se vean envueltos en un grave problema” dado el carácter “delictivo” de los actos de los que informan en la carta.

Igualmente aprovechan la misiva para agradecer la colaboración de aquellas familias que sí hacen respetar la norma recogida en el ROF del centro y no permiten que sus hijos e hijas lleven el móvil a clase.

Finalmente recuerdan que tanto alumnos como padres tienen a su disposición las líneas telefónicas del propio instituto “para cualquier necesidad que les surja”, por lo que a su juicio no es necesario que los estudiantes acudan a clase con el móvil.

Puerta de acceso al centro (Fotografía: Jordi Landero)