Aunque su formación y su actividad profesional están centradas en la realización de espectáculos audiovisuales, el joven cartayero Vicente Vázquez Pérez (31 años) siente desde pequeño una gran atracción por el mundo de la magia. Tal es su pasión por ella, que recientemente se proclamó segundo mejor mago del norte de Inglaterra en el North West Close-up Championship, uno de los certámenes de magia más prestigiosos no solo de Gran Bretaña, sino de toda Europa.
Vázquez trabaja actualmente como iluminador en una productora de Manchester (Inglaterra), país en el que vive desde hace ya casi siete años y al que se trasladó de forma temporal con el objeto de mejorar su nivel de inglés, No obstante la crisis, y las mayores expectativas y oportunidades laborales que allí halló, le llevaron a quedarse, aunque espera regresar a España definitivamente en unos meses.
El North West Close-Up Championship es un certamen organizado por el Círculo Mágico de Manchester, en el que cada año se deciden los mejores magos del norte del país. En sus veinte años de historia esta ha sido la primera vez en que un español se cuela entre los tres primeros clasificados, con la particularidad de que el ilusionista cartayero también es la primera persona que añade a la obtención de uno de los tres primeros puestos de la general, el Premio Especial a la Mejor Rutina de Cartas (juego de cartas).
Vicente Vázquez se dedica al mundo de la magia desde los ochos años, aunque por el momento no de forma profesional (a lo que aspira), porque un amigo de su familia de Cartaya le hacía magia en su infancia. Y es que, afirma, la magia “es algo que entra por las venas… y que ya no sale”.
A pesar de no dedicarse al ilusionismo de forma profesional, ha logrado ser admitido en el Círculo Mágico de Manchester (MCM), donde lo conocen como ‘El Español’, lo cual según afirma “no es nada fácil”. Y es que según relata, para meterse en este mundo lo primero que hay que tener son “muchas ganas de aprender”, para lo cual “primero hay que leer muchos libros especializados, además de conocer y relacionarte con muchos magos. También hay que poseer unas cualidades muy especiales y muchísima fuerza de voluntad. Todo ello te permite ser aceptado por un círculo mágico, donde empiezas siendo aprendiz para ir posteriormente superando distintas pruebas y exámenes. Vázquez también pertenece a la Sociedad Española de Ilusionismo (SEI), así como es miembro desde hace mucho tiempo de la Asociación de Ilusionistas Onubenses.
Pero Vicente no tiene prisa y asegura estar siguiendo paso a paso el camino más adecuado que le permita hacerse un hueco en el mundo de la magia de forma profesional. Para ello asiste a concursos, congresos, festivales y todo tipo de eventos donde se dan cita los más prestigiosos magos del mundo, entre ellos el también español Juan Tamariz.
Este joven cartayero tampoco quiere olvidar los inicios y recuerda que sus primeras actuaciones en público las ofreció en el ya desaparecido Bar La Colonial, donde fue la primera vez que incluso cobró por ello, y en otros establecimientos hosteleros de su localidad natal, de El Rompido, y del resto de municipios de la Costa Occidental onubense.
Finalmente asegura que a pesar de estar lejos de casa, “llevo siempre a gala ser de Cartaya y de El Rompido, donde tuve oportunidades al principio”. “Son mi pueblo –prosigue- y los llevo siempre por bandera. Y aunque no hay cultura de magia en ellos, me conformo con que muchos de los que por desconocimiento desprestigiaron en su momento la actividad a la que me quería dedicar, vean ahora lo que soy capaz de hacer y se den cuenta de que estaban equivocados, se asombren y lo valoren”.
El pasado fin de semana viajó a Cartaya desde Manchester con motivo de la boda de un amigo de la infancia. Aprovechó los escasos tres días que estuvo en su localidad natal para mostrar sus dones en un establecimiento de El Rompido, y atendió gustosamente la llamada de HuelvaCosta. En solo unos meses participará en otro importante certamen de magia de carácter internacional, esta vez en Portugal, donde espera obtener un buen resultado.