El cultivo de stevia llega a los campos de Cartaya

El dinamismo y nivel de innovación que en las últimas décadas ha adquirido la agricultura onubense es incuestionable. Y es que al avance que vive este importantísimo sector para la economía provincial en sectores ya consolidados como el de los frutos rojos, los cítricos o los frutales de hueso extratempranos, se vienen sumando en los últimos años numerosas iniciativas encaminadas fundamentalmente a una mayor diversificación agrícola.

Es el caso de las pruebas y cultivos experimentales que se vienen poniendo en marcha de forma continua en distintos puntos de la geografía provincial, muchos de los cuales empiezan ya a cuajar con carácter comercial, y que se centran en productos tan diversos como algunos frutos tropicales, otros procedentes de Asia, el pistacho, el aloe vera y, más recientemente la stevia, una cotizada planta herbácea de la especie Stevia rebaudiana, de la que se obtienen varios productos, entre ellos un endulzante natural sin calorías que en los últimos tiempos está sustituyendo en muchos casos hasta a la propia azúcar.

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Y aunque su cultivo está conquistando el campo onubense poco a poco desde el año 2015, es Cartaya el municipio que está capitalizando en estos momentos su producción gracias a la creación en dicha localidad costera de la primera cooperativa de España centrada en la producción de stevia: Agro&Natura, de la que ya forman parte un total de 25 productores de distintos puntos de la provincia.

La constitución y desarrollo de dicha entidad ha contado con el impulso del Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE) de Cartaya, dependiente de la Consejería de Conocimiento, Investigación y Universidad, que ha asesorado a los socios cooperativistas en la constitución de la cooperativa, del tipo de «servicios agrarias»; así como en la realización del plan de empresa para la búsqueda de financiación. Desde el CADE Cartaya también se ha prestado servicio de incubación en un local; servicio de tutorización y seguimiento de la empresa y su actividad; o servicio de formación empresarial básica, entre otros.

Uno de sus impulsores, el agricultor y productor de stevia Juan Manuel Medrano, que actualmente forma parte del consejo rector de Agro&Natura y que siempre se ha dedicado profesionalmente al sector de la hostelería para reconvertirse «desde que descubrió la stevia hace unos cuantos años a la agricultura», señala que descubrió el cultivo de este producto en 2014 en Málaga, provincia andaluza pionera en su producción, y «solo un año después, en 2015, ya habíamos constituido nuestra cooperativa en Huelva, con sede en Cartaya». Medrano añade que por el momento «somos prácticamente los únicos productores onubenses de stevia».

Fuera de Andalucía, precisa Medrano, el cultivo de stevia también se está incorporando al campo extremeño en el Valle de la Vega, donde según sus palabras «está sustituyendo el tradicional cultivo del tabaco».

Los actuales 25 socios que forman parte de Agro&Natura centralizan actualmente sus producciones en municipios como San Bartolomé de la Torre y Valverde del Camino, con dos fincas en cada localidad; así como en Beas, Villablanca, Isla Cristina o Puebla de Guzmán, entre otros, donde hay una finca en cada uno de ellos; y hasta en Coria del Río (Sevilla), donde también cuentan con un socio.

No obstante la principal producción se centra en Cartaya, donde existen cuatro explotaciones agrícolas dedicadas a la producción de stevia, sumando una superficie total de 6 de las 16 hectáreas totales plantadas de este producto en la provincia onubense. Superficie que, según Medrano, «se ha duplicado en solo un año, pasando de 8 a 16 hectáreas entre 2017 y 2018». En su caso concreto gestiona dos fincas de una hectárea cada una, ambas ubicadas en la zona de El Rompido.

Medrano estima que la producción onubense de stevia al final de este año –actualmente la campaña se encuentra en fase de siega- podría rondar las 120 toneladas de planta en bruto, que se reducen a 60 una vez deshojada, y finalmente a 30 tras el proceso de secado. Una hectárea plantada de stevia, añade, produce entre 2.000 y 2.500 kilos de hoja seca de stevia, por la que el productor cobra, una vez envasada en sacos, una media de ocho euros por kilo.

La planta de stevia es productiva durante cinco o seis años, precisa Medrano, segándose entre dos y tres veces cada campaña, con una diferencia de entre dos y tres meses entre siega y siega. En este sentido, añade, se trata de un cultivo «que requiere una fuerte inversión inicial, pero que durante los cinco o seis años que la planta es productiva, el gasto es menor». «Tampoco requiere mucho riego, por lo que el consumo de agua es escaso –prosigue-: se riega una vez al mes en invierno, dependiendo de las lluvias, y en verano dos veces al día».

Una de las características de las producciones onubenses de stevia es que la gran mayoría de los productores cuentan ya con certificación ecológica, y los que no la tienen se encuentran actualmente en proceso de obtenerla, señala Medrano.

La stevia se siembra entre marzo y abril. Cada año se siega por primera vez entre los meses de junio y julio, por segunda vez en septiembre, y por tercera vez -opcional si las condiciones climáticas lo permiten-, en noviembre. Dicha planta puede sembrarse de dos formas, bien mediante semillas, que «es como lo hacemos prácticamente todos los productores onubenses», bien mediante esquejes o plantones, «que tiene la ventaja de que tú elijes las mejores plantas, pero por el contrario el proceso es más lento».

Para el manejo de la hoja de stevia, la cooperativa Agro&Natura ha adquirido una máquina «imprescindible» para el desarrollo de la actividad. Se trata de una despalilladora, la primera de este tipo que funciona en España, cuyo objeto es el deshojado de la planta o la «separación de la hoja del tallo después de su secado» explica Medrano.

Dicha despalilladora, que se encuentra en la sede central de la cooperativa en Cartaya, es usada por cada socio cooperativista una vez seca la hoja en los invernaderos instalados en cada finca, aproximadamente cinco días después de la siega, tras lo cual se procede al envasado final del producto.

«Nunca he sido agricultor –incide Medrano- pero decidí apostar por este cultivo por la novedad, porque es pionero, y me considero una persona emprendedora a la que le gustan los retos». No obstante, concluye uno de los principales problemas de su cultivo «radica precisamente en su novedad, lo cual hace que aún no lo conozcamos del todo y nos obliga a estar continuamente investigando e innovando».

PARA TOMARLA EN INFUSIONES

La stevia es originaria de Paraguay, aunque actualmente se cultiva a gran escala con fines comerciales en La India, China y algunos países suramericanos, además de en la propia Paraguay.

Según ha precisado José Manuel Medrano, las multinacionales azucareras más importantes, que ya comercializan este producto en grandes superficies de todo el mundo, trabajan casi en exclusiva con los tres grandes productores: China, La India y Paraguay. Por el contrario las producciones onubenses, certificadas en su gran mayoría ecológicamente, se destinan principalmente, y por el momento, al consumo en infusiones, para lo que se exportan a países del norte de Europa como Alemania, entre otros.

No obstante, prosigue, desde hace poco «estamos también empezando a trabajar en la obtención de extracto de stevia, aunque más puro y de mucha mayor calidad que el obtenido de la stevia cultivada en los grandes países productores». De hecho, prosigue, «la gran mayoría de pastillas endulzantes de extracto de stevia que se comercializan actualmente en las grandes superficies de España proceden de dichos países y solo tienen entre un cuatro y un seis por ciento de stevia real entre sus componentes».

Y es que según concluye esta planta «es muy dulce y un kilo de extracto de stevia pura endulza lo mismo que 300 kilos de azúcar, con la gran ventaja de que la primera tiene cero calorías. El problema es que es la stevia tiene un ligero sabor a regaliz, para cuya eliminación se está actualmente investigando con el fin de obtener un producto sin sabor».

PROPIEDADES DE LA STEVIA

Se dice que la Stevia es entre 100 y 300 veces más dulce que el azúcar, no contiene calorías o ningún macronutriente, por lo que se ha promocionado como un endulzante ideal para aquellas personas que buscan bajar peso o controlar la diabetes, ya que pueden reducir las calorías sin renunciar al sabor, ni afectar los niveles de glucosa o la respuesta de la insulina.

La stevia proviene de las hojas de una hierba nativa de América del Sur, Stevia rebaudiana, de la misma familia de los crisantemos o los girasoles. En estas hojas se hallan más de once componentes dulces llamados glucósidos de esteviol.

Aunque los indígenas suramericanos guaranís ya utilizaban las hojas de Stevia para endulzar sus bebidas desde hace mucho, no fue hasta 1971 cuando se empezó a utilizar de forma comercial en Japón. Hoy en día la stevia se usa como endulzante en casi todo el mundo, pudiéndose encontrar en la lista de ingredientes de los productos como extracto de hoja de stevia, stevia, extracto de stevia, glucósidos de esteviol, rebaudiósido A o Reb. A, entre otros.

En el año 2008 fueron aprobados en Estados Unidos los alimentos que utilizan stevia como ingrediente, y en la Unión Europea en 2011. El incremento de este tipo de productos ha sido de un 400 por ciento solo entre los años 2008 y 2012.

Los glucósidos de esteviol pasan casi intactos a través del tracto gastrointestinal superior, incluido el estómago y el intestino delgado. Esto es lo que contribuye a que la stevia no aporte calorías ni aumente los niveles de insulina.

Cuando llegan al colón, las bacterias intestinales hidrolizan los glucósidos de esteviol al quitarles la unidad de glucosa. El esteviol se absorbe y se metaboliza principalmente en el hígado, formando glucurónido de esteviol, antes de ser excretado en la orina. Al día de hoy, las investigaciones han demostrado que nuestro cuerpo no acumula stevia, o cualquier subproducto.

Se ha comprobado que los componentes de la planta de stevia no son reactivos y no se metabolizan en compuestos reactivos, así que los glucósidos de esteviol no deberían causar reacciones alérgicas cuando se consumen en los alimentos o bebidas. Además, actualmente no existen plantas de stevia genéticamente modificadas.

En un estudio se demostró que, en comparación con endulzantes artificiales como la sacarosa y el aspartame, la stevia ayuda a reducir los niveles de insulina postprandial en el cuerpo. Pero a pesar de que la mayoría de los estudios apuntan a que la stevia es un endulzante saludable, todavía no existen estudios científicos a largo plazo, por lo que es posible que consumir stevia en porciones excesivas tenga efectos nocivos.