Dos encapuchados perpetraron el pasado miércoles un asalto a mano armada en una gasolinera de la petrolera Cepsa ubicada en el término municipal de Cartaya, junto a un conocido club de alterne de dicha localidad, concretamente junto a la salida número 99 del empalme de esta vía con la autovía del V Centenario (A-49) y en una zona conocida popularmente con ‘Motel Ferreira’.
Los autores del robo lograron hacerse con una cantidad indeterminada de dinero, aunque se presume elevada puesto que faltaba poco tiempo para realizar el cierre y arqueo diario de la caja.
Según ha podido saber esta redacción, los hechos se produjeron pasadas las 21.30 horas de la noche, mientras el encargado de la gasolinera entraba y salía de la tienda al estar realizando tareas de limpieza en el exterior. En una de sus entradas, y cuando no había ningún cliente en el establecimiento, los autores del robo aprovecharon un descuido del encargado y se introdujeron con él en el mismo encapuchados con pasamontañas, encañonándolo inmediatamente uno de ellos con una pistola en la cabeza.
El encargado de la gasolinera no tuvo más remedio que abrirles la caja registradora, de la que el otro encapuchado extrajo el dinero, mientras a él lo obligaron a permanecer durante todo el tiempo tumbado bocabajo en el suelo encañonado con la pistola en la cabeza.
Según las fuentes consultadas por esta redacción fue todo “muy rápido, en apenas 50 segundos”, y una vez sustraído el dinero en metálico de la caja, el encargado del establecimiento fue encerrado por los atracadores en las oficinas de la gasolinera, donde lo dejaron antes de emprender la huida.
Aunque no ha trascendido la cantidad de dinero sustraída, se sospecha que ha podido ser elevada puesto que faltaba poco tiempo para realizar el cierre y arqueo diario de la recaudación.
Se desconoce la forma en que huyeron los autores del atraco, lo cual investiga la Guardia Civil mediante el visionado de las cámaras de seguridad del establecimiento, aunque se sospecha que pudieron dejar un vehículo estacionado en las inmediaciones de la gasolinera, el cual usaron para emprender la huida.
Tanto el encargado de la gasolinera, que aún está de baja por los daños psicológicos que le ha ocasionado la mala experiencia y el enorme “susto” del que fue objeto, como la empresa propietaria de la misma, han interpuesto la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil.
