La preocupación por la seguridad regresa de nuevo a Cartaya. Y es que tras el paréntesis propiciado por las detenciones llevadas a cabo por las fuerzas y cuerpos de seguridad a principios de verano, los robos se han recrudecido en el municipio. Así, al saqueo de dos viviendas que tuvo lugar hace un par de semanas en el centro de la localidad (una de ellas incluso con sus propietarios durmiendo dentro); y al robo de dos trasteros de un mismo bloque de viviendas y el asalto frustrado por el sistema de seguridad de otro domicilio en la zona centro, a plena luz del día, hay que sumar esta semana un quiosco desvalijado en la barriada de El Almendral en la noche del martes al miércoles, y un robo frustrado esa misma noche a una vivienda en la calle Frailes.
El primero de los casos, según la propietaria del quiosco, tuvo lugar entre la noche del martes y la madrugada del miércoles, ya que según señaló con lágrimas de impotencia en los ojos, los hechos se produjeron entre las diez y media de la noche y las nueve de la mañana, periodo en el que dicho establecimiento permanece habitualmente cerrado.
La propietaria no ha podido aún especificar el valor de lo sustraído, aunque ha asegurado que se llevaron unos 30 euros en metálico que guardaba para cambio y “muchas” chucherías, dulces y bebidas que guardaba tanto en cajas como en un frigorífico. Su marido señaló que haciendo un primer cálculo, todo lo sustraído podría tener un valor de entre 500 y 600 euros, lo que en definitiva supone, según sus propias palabras “prácticamente lo que hemos ganado en el primer mes de apertura del quiosco”.
Para entrar en el quiosco, que llevaba apenas abierto un mes un parque situado en la calle Gracia, concretamente entre las barriadas La Joya y El Almendral, el autor o autores del robo forzaron la cerradura de la única puerta del pequeño establecimiento, en el que Policía Local de Cartaya se personó a primera hora de la mañana del miércoles avisada por los propietarios al objeto de recabar datos que permitan identificar al autor o autores de los hechos.
ROBO FRUSTRADO EN LA CALLE FRAILES
Por otra parte, en la calle Frailes, situada en pleno centro de Cartaya, y esa misma noche, fueron tanto la propietaria como varios vecinos los encargados de frustrar otro robo, esta vez en un domicilio particular.
Según han narrado varios testigos de los hechos, el intento de robo tuvo lugar a las once y media de la noche del miércoles, cuando la propietaria se percató de la presencia de una persona en el interior de su casa. Tales fueron sus gritos y peticiones de auxilio que fueron alertados los vecinos, provocando inmediatamente la fuga del presunto asaltador, al que esperaba una mujer en la puerta de dicha vivienda, la cual según los testigos consultados se encontraba realizando labores de vigilancia.
La huida a pie de ambas personas derivó en una intensa búsqueda por las calles del centro del municipio por parte de los vecinos concentrados en el lugar, la cual resultó finalmente infructuosa aunque uno de ellos usó incluso hasta una motocicleta.
La Policía Local, que acudió “inmediatamente” al lugar de los hechos, recogió una bolsa de la que se desconoce su contenido y que fue abandonada y olvidada en plena vía pública por los dos supuestos ladrones en su precipitada huida.


