“Algunas de las alumnas hace seis meses no habían usado nunca una máquina de coser, o una aguja y un dedal, y ahora son capaces de elaborar hasta un traje de flamenca”. Con esta frase ha querido poner en valor el presidente de la Obra Social Nuestra Señora de Consolación de Cartaya, Manuel Pérez Beltrán, el “éxito” del taller de corte y confección que dicha entidad benéfica, que también gestiona el comedor social de la localidad, ha desarrollado a lo largo de los últimos meses.
Un taller cuyos resultados pueden verse hasta este viernes en el salón de exposiciones del Centro Cultural de la Villa de Cartaya, en horario de 16.00 a 21.00 horas, donde la veintena de alumnas que ha formado parte de la iniciativa muestran algunas de las más de cien prendas de vestir que han elaborado en el marco del taller, y que van desde elementos básicos como una camisa, hasta trajes de flamenca, túnicas de nazareno, vestidos de todo tipo o prendas de primera puesta para bebés, entre otros.
El taller, que ha sido promovido por la Obra Social Nuestra Señora de Consolación, se ha impartido todas las tardes de los martes y jueves a lo largo de los últimos seis meses, y ha tenido como principales objetivos enseñar corte y confección a mujeres desempleadas para que, por una parte, puedan ahorrar en ropa elaborando distintas prendas de vestir destinadas a los miembros de sus familias, y por otra como una posible salida o alternativa laboral y profesional a personas que no cuentan con los recursos necesarios para costearse este tipo de formación en una academia, según ha destacado Pérez Beltrán.
El presidente de la Obra Social cartayera también ha querido agradecer “el apoyo del Ayuntamiento de Cartaya y, en especial, el de La Caixa, entidad sin la que esta iniciativa no hubiese sido posible”. Pérez Beltrán ha indicado por otra parte que “si presupuestariamente podemos, tenemos la intención de dar continuidad a esta acción formativa de cara al año que viene con el objeto de seguir ampliando los conocimientos en materia de corte y confección entre las alumnas”.
Para Consolación Hernández, una de las alumnas del taller, la actividad ha sido “sumamente provechosa porque en mi caso, que aprendí algo de corte y confección de pequeña en el colegio, he podido reciclar mis conocimientos y algún ahorro voy a aportar a través de la costura a mi economía familiar”.
Además, el taller también ha sido para Hernández “muy participativo”, así como “ha habido mucho compañerismo y convivencia entre todas las alumnas que, junto con la monitora, Margarita Pérez, hemos puesto mucho entusiasmo y ganas en cada hora de clase”.
“Es la primera vez en mi vida que hago un traje de flamenca –apuntó Hernández- y, la verdad, hace seis meses no me habría creído capaz de ello”. Y es que según ha concluido, “hemos aprendido a confeccionar desde lo más básico, hasta los diseños más complejos”.