Un jubilado de Correos y vecino de Gibraleón, Juan Bermúdez, se ha propuesto construir en su finca situada en el paraje La Calvilla de la propia Gibraleón, una Andalucía en miniatura. Para ello está reproduciendo, a escala, algunos de los monumentos más importantes de cada una de las provincias andaluzas. Ya lleva una docena, entre los que destacan el Patio de los Leones de La Alhambra (Granada); La Mezquita de Córdoba; La plaza de toros de La Maestranza, La Giralda y la torre del Oro (Sevilla), así como otros menos conocidos pero muy entrañables para él como la ermita de la patrona de su localidad natal, la Virgen de la Candelaria de Colmenar (Málaga).
También ha realizado réplicas de dos construcciones del propio municipio olontense: la Ermita de la Virgen del Carmen de la Hermandad del Cristo de la Sangre y que en su día albergara a los Carmelitas Calzados de Gibraleón, y la fachada de la antigua casa cuartel de la Guardia Civil de la localidad; así como de otras construcciones anónimas pero en las que se reflejan antiguos usos y costumbres como un molino de aceite que incluso funciona. O un hórreo asturiano.
Lo más sorprendente es que en todas las construcciones, desde el primero hasta el último ladrillo, han sido puestos y realizados por él mismo, sin la ayuda de nadie y de forma totalmente artesanal. Un trabajo titánico al que se suma que Juan Bermúdez lo fabrica todo con sus propias manos, entre otros elementos arquitectónicos las tejas de los edificios, y hasta los complicados grabados árabes que decoran las paredes y fuentes del Patio de los Leones o la Mezquita de Córdoba.
Todo empezó, según ha relatado a HuelvaCosta.com, con la construcción de una casa típica de Ceuta cuando nació su nieto, como cuarto de juegos del pequeño. Lo que le llevó que al nacer posteriormente su nieta, tuviese que hacerle, replicando así el famoso Costurero de la Reina de Sevilla, tras lo cual decidió seguir construyendo réplicas de otros monumentos en su finca de Gibraleón.
Juan Bermúdez llegó a Huelva procedente de su Colmenar natal como funcionario de Correos y Telégrafos, y aquí se quedó. Tras jubilarse adquirió una parcela de unos 4.500 metros cerca de La Calvilla, en Gibraleón, donde desarrolla desde el año 2002 su gran proyecto arquitectónico, que construye sin planos ni arquitectos, solo a base de la observación de fotografías.
El lugar se puede visitar y es el propio Juan Bermúdez quien muestra orgulloso su obra, y quien ofrece todos los detalles y secretos de las construcciones. Y todo ello, a cambio solo de una propina voluntaria, que destina íntegramente a la compra de materiales para seguir construyendo. De hecho, su próximo proyecto se centra en la construcción de una réplica del Santuario de la Cinta de Huelva, y ya tiene en mente la Basílica de la Virgen del Rocío o el monumento de Cristóbal Colón en la Punta del Sebo.
Solo por poner un ejemplo, el Patio de los leones tiene unos 25 metros cuadrados de superficie y está perfectamente iluminada, así como funciona la famosa fuente de los leones.
La Giralda de Sevilla está adosada a su propia vivienda, y por ser una de sus primeras construcciones en estos momentos se encuentra en proceso de reforma. Hasta el Giraldillo lo hizo él, además de fabricar personalmente los ladrillos y tejas con barro de la zona y otros elementos constructivos para los que, en ocasiones, recicla otros objetos.
Hasta la casilla del perro que cuida de la fincada es una réplica de una vivienda del barrio inglés de Huelva, el Barrio de la Reina Victoria, más conocido como Barrio Obrero.