Citricultores muestran en El Rompido su temor por la llegada por Portugal del vector de una bacteria letal para el naranjo

Cada vez está más cerca de Huelva un insecto capaz de transmitir una bacteria que provoca la temida enfermedad del Huanglongbing (HLB), actualmente la patología más destructiva que afecta al cultivo de cítricos a nivel mundial

La luz roja se ha encendido entre los citricultores onubenses. No en vano cada vez está más cerca de la provincia de Huelva un pequeño insecto volador capaz de transmitir una bacteria que provoca la temida enfermedad del Huanglongbing (HLB), actualmente la patología más destructiva que afecta al cultivo de cítricos a nivel mundial.

Una vez infectado el árbol con el HLB, también conocido como ‘dragón amarillo’ o ‘greening’, inevitablemente muere en un período máximo de ocho años, dependiendo de la edad y condiciones del cultivo. Y aunque aún es impreciso determinar el porcentaje en que la enfermedad reduce el rendimiento, algunos estudios sugieren pérdidas de entre un 65 y un 100 por cien.

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El agente causal de la enfermedad del HLB es la bacteria Candidatus Liberibacter spp, cuya propagación se produce a través de yemas infectadas, y que se transmite por dos insectos vectores. Uno de ellos es un psílido africano llamado Trioza erytreae cuya presencia en nuestro país se detectó inicialmente en las Islas Canarias, pasando en el año 2014 a Galicia y el norte de Portugal, desde donde se está extendiendo hacia el sur, encontrándose actualmente a la altura de Lisboa.

Así se puso de manifiesto ayer martes en unas jornadas que sobre enfermedades emergentes en cítricos organizó en El Rompido la Asociación de Citricultores de la Provincia de Huelva (ACPH), con la colaboración de Cajamar, y en la que se dieron cita algunos de los mejores expertos en la materia de toda España.

Para Lorenzo Reyes, presidente de la ACPH, las jornadas responden a la «inquietud latente» que hay en la provincia de Huelva y en la citricultura en general de toda la cuenca del mediterráneo ante la «amenaza de nuevas plagas y enfermedades» que «ya están afectando a prácticamente todas las zonas productoras de cítricos del mundo de una manera bastante agresiva, y de las que el Mediterráneo aún está exento».

No obstante, pese a que «aún no existe la enfermedad» en nuestra zona productora, el riesgo está en que el insecto vector que la transmite «está ya implantado en el norte de Portugal, y va bajando».

Esther Marco, responsable de bacteriología del Instituto Valenciano de Investigación Agraria (IVIA), señaló durante la jornada que el HLB es una bacteria que afecta «exclusivamente» a los cítricos y que es causada por varias especies de una bacteria que vive en los vasos que conducen la savia de la planta. Según prosiguió, por el momento la patología no ha sido detectada en Europa ni en ningún otro país mediterráneo, aunque sí el insecto vector que la transmite, «que avanza por Portugal de norte a sur».

Según esta experta para evitar la llegada de la enfermedad a nuestra provincia «lo mejor es la prevención, puesto que actualmente no hay métodos curativos para la misma». En este sentido explicó que una vez detectado el vector que la transmite, «hay que intentar contenerlo».

La mejor prevención, prosiguió, pasa por «controlar la entrada» del material vegetal que podría contener la bacteria susceptible de ser transmitida por el vector, «un insecto volador con un aparato bucal muy potente, el cual usa para chupar la savia de la planta, de la que se alimenta, para propagarla posteriormente a otras».

Para Mª Ángeles Forner, investigadora del Centro de Citricultura y Producción Vegetal del IVIA, que también participó en la jornada, «es importante trabajar con patrones vegetales más resistentes, y en ello estamos trabajando, porque el principal riesgo para la provincia de Huelva ahora mismo está en el HLB».

Por todo ello el presidente de los citricultores onubense, Lorenzo reyes, explicó que a través de esta jornada «estamos informando y ofreciendo detalles de cómo vive el vector, cómo puede controlarse, y cómo debemos estar pendientes para adoptar las medidas oportunas que eviten su propagación y se introduzca en nuestra provincia. Y si así fuese, sobre cómo erradicarlo, para lo cual es muy importante conocerlo».

Reyes también explicó que por otra parte tanto la Junta de Andalucía como el Ministerio de Agricultura han establecido «controles fitosanitarios de vigilancia» y «llevan ya varios años trabajando en materia del HBL», una enfermedad que «ya está arrasando plantaciones enteras en Brasil y otras zonas de América del Sur, Asia, África, y prácticamente en todas las zonas productoras de cítricos del mundo, a excepción de la cuenca mediterránea, donde aún nos estamos librando de ella». Dicho plan de vigilancia, precisó, «se está haciendo mediante el control de la entrada de material vegetal en nuestro país por puertos y fronteras».

OTRAS AMENAZAS PARA LOS CÍTRICOS ONUBENSES

En la jornada celebrada ayer martes en El Rompido, se pusieron de manifiesto otras amenazas para la citricultura onubense, esta vez provenientes de varias especies de hongos fitopatógenos.

Así lo explicó Antonio Vicent, responsable de la Unidad de Micología del IVIA, quien precisó que fundamentalmente se trata de dos patógenos. El primero de ellos es el que se conoce como mancha negra, causada por el hongo Phyllosticta citricarpa, el cual está presente en todo el hemisferio sur, pero sobre todo en Sudáfrica, y que según este experto «supone un riesgo importante porque podría entrar en España a través de fruta y otro material vegetal infectado importado de dichos países».

Otra patología, prosiguió Vicent, es la conocida como mal seco, causada por otro hongo, en este caso vascular y que mata la planta, el cual ya ha sido detectado en la provincia de Málaga, aunque actualmente se encuentra en fase de erradicación.

«Ninguna de estas amenazas afectan en principio a la citricultura onubense», subrayó el experto en micología del IVIA, y «todos están incluidos en la directiva europea 2000/99 para impedir su entrada en Europa a través de fruta o material vegetal infectados».

No obstante, prosiguió, la mejor forma de luchar contra estos patógenos es la prevención y su detección a tiempo, para lo cual es importante que el material vegetal usado por el agricultor tiene que estar certificado y proceder de los programas oficiales de certificación de los gobiernos autonómicos.

«Otra recomendación importante –concluyó- es la observación de síntomas por parte del agricultor, para lo cual les hemos proporcionado en estas jornadas todo el material gráfico necesario».

Un momento de las jornadas celebradas en El Rompido (Fotografía: Jordi Landero)
Un momento de las jornadas celebradas en El Rompido (Fotografía: Jordi Landero)
Un momento de las jornadas celebradas en El Rompido (Fotografía: Jordi Landero)