La Hermandad de Consolación de Cartaya ha cerrado este domingo los actos y cultos en honor a la Virgen, que han culminado con la celebración del Día Grande de Consolación. Ha sido la solemne Procesión de Subida de la Virgen, desde la parroquia del Apóstol San Pedro hasta la ermita, la que ha cerrado unas celebraciones religiosas que se han prolongado desde finales de agosto.
Miles de cartayeros han acompañado a la Virgen en su procesionar, que ha estado salpicado de momentos muy emotivos como el paso de la imagen ante las numerosas fachadas engalanadas por los vecinos para la ocasión; algunas petaladas y la música que ante la Virgen ha interpretado en directo en la plaza Larga la conocida coplera local María del Carmen González Bento.
Además, durante todo el fin de semana se han sucedido otros cultos, que arrancaro con el Santo Rosario que recorrió las calles céntricas del municipio en la noche del viernes. Ya el sábado se celebró la Exposición Mayor y la Procesión Claustral del Santísimo Sacramento.
Pero sin duda los momentos más emotivos han llegado este domingo, Día Grande de la Virgen, con una intensa jornada que comenzó a las once de la mañana con el tradicional pasacalles por las calles del municipio a cargo de la Banda del Ateneo Musical Cartayero, para continuar una hora después con la solemne Función Principal de Instituto presidida por Manuel Domínguez Lepe y concelebrada por los sacerdotes hijos del pueblo. La capilla musical corrió a cargo del Grupo de Cámara Santa Cecilia.
Ya por la tarde tuvo lugar la misa de despedida de la Virgen para, una hora después dar inicio a la solemne Procesión de Subida de la Virgen, que transcurrió con el acompañamiento de miles de devotos por las calles del municipio y en el marco de un recorrido especialmente engalanado para la ocasión por los vecinos de la plaza Redonda y las calles De la Plaza y Santa María de Consolación.
También acompañaron a la Virgen la Banda Municipal de Mairena del Alcor (Sevilla), así como autoridades locales y representantes de las distintas hermandades de Cartaya y de otras localidades vinculadas a la devoción consolacionista. También formaron parte del cortejo las hermanas de mantilla y los niños vestidos de monaguillo, siendo el paso exornado con los tradicionales nardos.
Finalmente, la tradicional ‘Puja de Maniguetas’, que se desarrolló a las puertas de la ermita de Consolación y una vez finalizada la procesión, cerró la jornada dando por concluidos unos actos que se han desarrollado desde mediados del pasado mes de agosto.