Los agricultores andaluces han recibido con alivio la noticia del acuerdo para aumentar las dotaciones de agua para riego en la región. A través de las organizaciones agrarias, han mostrado su satisfacción por esta medida, aunque también han expresado su prudencia debido a que aún queda mucho por hacer para superar la sequía.
La situación de la Cuenca ha sido un tema crítico en los últimos meses, por lo que la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía (UPA Andalucía) y la Asociación Andaluza de Regantes (ASARE) han valorado positivamente las dotaciones de riego aprobadas por la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Sin embargo, destacan que estas mejoras se deben gracias a las últimas precipitaciones registradas, pero aún se encuentran lejos de una campaña de regadío normal.
Roque García, vicesecretario general de Desarrollo Rural y Agua de UPA Andalucía y vicepresidente de ASARE, ha explicado que a pesar de la mejora en los embalses, las dotaciones siguen siendo restrictivas. «Se ha aprobado un desembalse de 1.010 hectómetros cúbicos en la Cuenca del Guadalquivir, con una dotación máxima de 4.000 metros cúbicos frente a los 6.000 de una campaña normal, lo que representa una reducción del 33% frente al 88% sufrido el año pasado. Esa es una buena noticia, pero necesitamos que siga lloviendo», ha declarado.
Por su parte, la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) ha valorado de forma positiva los acuerdos aprobados en la Comisión de Desembalse, aunque destacan que la situación hidrológica sigue siendo precaria y que es necesario seguir trabajando en la construcción de infraestructuras hidráulicas.
José Manuel Cepeda, presidente de Feragua, ha recordado que las lluvias de primavera han aliviado la situación, pero que las obras hidráulicas siguen siendo una necesidad urgente. «Ni siquiera la urgencia, porque las infraestructuras que necesita el regadío no se hacen de un día para otro y algunas como las presas tienen un período mínimo de maduración y ejecución de quince años. Así que todo lo que era urgente en febrero sigue siendo igual de urgente hoy», ha señalado.
En resumen, el acuerdo para aumentar las dotaciones de agua para riego ha sido recibido con alivio por parte de los agricultores andaluces, aunque se sigue trabajando para buscar soluciones a la sequía que afecta a la región. Es necesario seguir impulsando medidas y proyectos para garantizar el futuro del sector agrícola en Andalucía.