Las pruebas de ADN realizadas al cadáver calcinado que fue hallado en las cercanías de un asentamiento chabolista en Moguer, confirman que los restos mortales corresponden a José Brimes Carrasco, un vecino de Corrales de 60 años desaparecido el pasado 1 de septiembre.
Así lo ha confirmado el hermano del desaparecido, Francisco Brimes, quien aportó el ADN para cotejar las pruebas y ha señalado que aún no sabe cuando le podrán entregar los restos de su hermano.
Para Francisco, lo más importante ahora es darle sepultura a su hermano y afirma estar dispuesto ha responder a cualquier pregunta a la Guardia Civil con el fin de esclarecer la desaparición y muerte de José.